El tono bronco, los insultos, mentiras, insidias y descalificaciones que acompañan muchas de las intervenciones de los diputados en el Congreso describen un clima exacerbado de enfrentamiento que no presagia nada bueno.
Si lo más parecido a un tonto de derechas es un tonto de izquierdas, la proporción es exacta en el caso de los ineptos.
Si lo consideramos un momento, ya nada es como era hace apenas diez años, cuando ellos, -lo constatan las hemerotecas, que son esas guardianas de la democracia- comenzaron a hacer cosas muy distintas a las que decían que iban a hacer.
Madrid, domingo. La última etapa de la Vuelta Ciclista se cancela tras una protesta propalestina alentada desde la izquierda y el propio Gobierno. El balance: 22 policías heridos, dos detenidos, cargas en el centro de la capital y una competición internacional arruinada. La reacción del poder político no fue la condena, sino el aplauso. Pedro Sánchez declaró su “admiración” por los manifestantes. Ione Belarra habló de “orgullo”. Irene Montero lo llamó “una lección de dignidad”. Pilar Alegría afirmó que la Vuelta “habría sido normal” si no hubiera participado el equipo israelí. Y el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, describió la jornada como “pacífica, potente y empática”.
Pedro Sánchez es ya el líder de la extrema izquierda española.
Asediado por los casos de corrupción y con expectativas cada vez más a la baja en las encuestas, Pedro Sánchez ha encontrado en el conflicto de Gaza una bandera con la que volver a movilizar a una parte de su militancia.
Puede que la simpleza, los tópicos y la indigencia de pensamiento en polìtica sea una pandemia universal.
Acabo de regresar de un viaje a un país africano, al que quise huir para lamerme algunas heridas y que, sin embargo, he encontrado repleto de turistas españoles.
El Ministerio de Hacienda ha lanzado su nueva campaña publicitaria con un eslogan redondo: "Lo que das vuelve".
La cosa no da más de sí. La vuelta al cole está marcada por la generalizada percepción de estar en campaña electoral, porque más pronto que tarde las urnas volverán a repartir cartas.
La nueva declaración de Begoña Gómez en un juzgado de Madrid y el anuncio del procesamiento del fiscal general del Estado -un señalamiento del que no es descartable que tuvieran noticia anticipada en La Moncloa- han sido dos de los acontecimientos que, saliendo de la crónica de tribunales, han marcado la agenda política de la semana.
El 1 de septiembre de 1939, Adolfo Hitler invadió Polonia, y quedó inaugurada, oficialmente, la II Guerra Mundial.
Charlie Kirk ha sido asesinado. Esposo fiel y padre joven, con apenas 31 años, deja una mujer viuda y unos hijos a los que ya no podrá ver crecer. Una familia rota porque alguien decidió que sus ideas eran insoportables, que su voz debía ser silenciada. Y sin embargo, lo que se ha querido acallar es algo más grande: la influencia de un hombre que, con su palabra, inspiró a millones de personas en todo el mundo a pensar, a cuestionar, y a creer que la verdad merece ser dicha sin odio.
Siempre he defendido que los políticos están mal pagados y que sus sueldos deberían ser suficientes para que ninguno tuviera la tentación de coger dinero de la cosa pública para pagarse lo que sea.
El fiscal general del Estado se sentará en el banquillo el próximo mes de noviembre para que los siete magistrados de la sala segunda del Tribunal Supremo (tres mujeres, cuatro hombres) decidan finalmente si el señor García Ortiz cometió o no cometió un delito de revelación de secretos, a la luz del artículo 197 del Código Penal.
Al Fiscal General del Estado se le acusa de la comisión de un delito, el de revelación de secretos, que no cuadra, pues en defender la verdad desvelando los secretos que se usan para ocultar los delitos consiste precisamente la función del Ministerio Público.
Dice el refrán que el que espera se desespera y ese parece ser el estado de ánimo que acompaña al líder de la oposición.
La patronal de las compañías eléctricas, Aelec, ha vuelto a lanzar una seria advertencia sobre el estado de la red de distribución en España.
La grave crisis política y diplomática abierta entre España e Israel no augura nada bueno. La cosa venía de atrás cuando Pedro Sánchez decidió que España reconocería al Estado palestino, decisión que provocó una primera reacción airada del gobierno de Israel.
Lo diga Sánchez o su porquero, al terror no se le puede responder con el terror sin violar los derechos humanos y pisotear el derecho internacional.
Hace muchos años, pero que muchos, que lo de los prostíbulos del suegro de Sánchez era conocido y reconocido.
Cuando supe que María Pombo había viajado a Castropol, el pueblo más lector de España, tras su cruzada contra la lectura precisamente, creí que había sido derribada, como San Pablo de su caballo camino de Damasco, por el rayo de la culpa, pero no, había ido allí a la "preboda" de otra influencer, que se casaba en la localidad de enfrente, Ribadeo, el otro emporio ilustrado de la ría que separa, o que une, Asturias y Galicia.
Quizá porque es la primera vez que todo un fiscal general del Estado puede acabar sentado en el banquillo de los acusados, el caso que afecta a Álvaro García Ortiz copa la crónica política y nos coloca ante el espejo que refleja la insoportable polarización en la que está instalada nuestra sociedad.
Cientos de miles de pasajeros se quedarán sin viajar a precios asequibles por la guerra abierta entre la aerolínea irlandesa, Ryanair y la empresa Aena.