Temo que hemos perdido la capacidad de asustarnos ante los múltiples titulares de prensa que nos anegan hablando de espionajes ilegales, chantajes y sobornos en lo que podríamos llamar las cloacas del Estado.
Dos jóvenes, Pedro del Rincón y Diego Cortado abandonan las casas de sus padres, se conocen, se hacen amigos y, sin planes, deciden acompañar a unos pasajeros a Sevilla.
Se acumulan las sospechas de que la "fontanera" del PSOE, Leire Diez, era una recadera de Pedro Sánchez.
La "pinza" que la cuarta acepción del diccionario de la RAE define como la "presión que ejercen dos personas o grupos contrapuestos sobre otra persona o grupo" como metáfora ha vuelto a ocupar espacio en la crónica más reciente de la vida política española.
Tengo la impresión de que existe mayor expectación que nunca por el contenido de los discursos que tanto el Rey como su heredera, Leonor de Borbón, vayan a pronunciar este viernes con motivo de la entrega de los premios Princesa de Asturias en Oviedo.
Y usted, si tuviese la oportunidad, siendo periodista, de preguntarle algo a Trump ¿qué le preguntaría como informador español? Yo, si se me permite personalizar, le preguntaría sobre el contencioso que mantiene con España a cuenta de la participación en los gastos militares de la OTAN.
El Gobierno, con Yolanda Díaz al frente del Ministerio de Trabajo, parece decidido a convertir la actividad empresarial en una carrera de obstáculos.
En el Gobierno están nerviosos. En la huida hasta llegar a 2027 ven enemigos y fantasmas por todas partes y disparan contra el mensajero que se atreve a reportar lo que acontece.
En mal momento le roban a Francia las joyas de la Corona. Y las de la corte de Napoleón, que viene a ser lo mismo.
El espectacular robo en el Museo del Louvre ha demostrado que, en el Louvre, es mucho más difícil entrar queriendo pagar la entrada -si no las has adquirido o reservado con anterioridad- que entrar y salir por la ventana, y robar joyas que pertenecieron a la monarquía francesa.
Pasando por alto el acuerdo de paz entre Israel y Hamás, alcanzado tras la mediación del presidente de los EE.UU., Donald Trump; el emir de Qatar, los presidentes de Turquía y Egipto exigiendo una paz justa y duradera para Palestina cientos de personas se manifestaron el domingo en Madrid encabezados por políticos, sindicalistas, personajes del mundo de la cultura y la farándula.
Si a un español hace dos décadas le hubieran dicho que se iba a tragar la ristra de infamias que no solo se ha tragado sino que ha convertido en normalidad y dieta, hubiera puesto el grito en el cielo y perjurado que eso jamás sucedería.
Pablo Iglesias, uno de los personajes más siniestros, inútiles y despreciables de la polìtica española, acaba de decir dirigiéndose al PSOE, que ellos, Podemos, no están para apoyar unos Presupuestos con aumento del gasto militar ni sus conchabeos con la derecha vasca y catalana.
Nunca se repetirá lo suficiente el comentario sobre la inutilidad de las sesiones de control parlamentario al Gobierno.
La fallida OPA del BBVA sobre el Banco Sabadell ha dejado al descubierto, más allá de la pugna empresarial, una injerencia política impropia de una democracia avanzada.
Sí, sin duda el titular de Exteriores, José Manuel Albares, es uno de los ministros de confianza de Pedro Sánchez.
Nunca como en este caso tuvo tanto valor predictivo el viejo dicho castellano: "el que calla, otorga".
A reserva de lo que pueda durar el acuerdo de paz entre Israel y Hamás que, de momento, ha supuesto la suspensión de los bombardeos israelíes, la liberación de una veintena de rehenes que permanecían en poder de la organización terrorista que los mantenía secuestrados desde hace más de dos años y la excarcelación de dos centenares de presos palestinos, es de justicia subrayar el gran éxito conseguido por el presidente norteamericano Donald Trump.
El problema de cumplir años no está en la evidencia de que cada anualidad te convierte en una persona con menos fuerza y menos joven, sino en comprobar que, cada doce meses, hay otros números de teléfono, en tu agenda, a los cuales ya no volverás a llamar.
¿No hay nadie que sea capaz de devolver la dignidad a la polìtica? Lo que estamos viviendo, entre el asombro y el cabreo, es un espectáculo mediático lamentable, un bochorno institucional y un enfrentamiento viral y estridente, lejos tanto de la reflexión como de la gestión eficaz de los intereses de los ciudadanos y, por supuesto, del bien común.
Que José Luis Ábalos haya mantenido, hasta el momento, su acta de diputado es, simple, lisa y llanamente, una golfada.
Me reprochan el sobrenombre de "cabestro" aplicado al presidente de los Estados Unidos, Ronald Trump, por la presunta falta de respeto contenida en la alusión a los bueyes "mansos" que guían a las reses bravas.
Estamos tan acostumbrados a los vaivenes políticos de Pedro Sánchez que, aunque resulten llamativos, ya no constituyen sorpresa.
Es un hecho comúnmente aceptado que el CIS, antaño prestigioso centro de estudios demoscópicos, de la mano de José Félix Tezanos se ha convertido en una suerte de prolongación del departamento de propaganda de La Moncloa.