Pregunté al lehendakari Pradales si él cree que habrá una anticipación de las elecciones generales.
Ha dicho el Rey Felipe VI que "ni la radicalidad ni la división aportan soluciones, como tampoco un liderazgo que se queda en la retórica", lo que, aunque él no lo ha dicho y no podemos afirmar que se refiere a ello, es un retrato fidedigno de la situación polìtica actual en España.
Es un hecho comúnmente aceptado que en España la Justicia es lenta. Parsimonia que se justifica en orden al sesgo garantista de nuestra leyes.
No me extraña nada que algunos altos funcionarios del Gobierno español presuman de que, ahora, nuestro país está mucho mejor que Francia.
Las alarmas sobre el sistema público de pensiones vuelven a sonar con fuerza.
A raíz del procesamiento que ha llevado a prisión a Santos Cerdán, ex secretario de organización del PSOE, la expectativa de la investigación que realiza la UCO (agentes de la Guardia Civil en tareas de policía judicial) apunta hacia una presunta financiación irregular del partido.
Y ahora, el PSOE. Vuelve el culebrón de los sobres en negro que tanto se parece al que planeó sobre el PP con la etiqueta del tal Bárcenas.
Los corrimientos de las audiencias televisivas son un termómetro que, en muchos casos, sirve más que una encuesta para ver por dónde van las pulsiones y movimientos políticos.
La salud es lo primero. La verdad también. Los médicos están en pie de guerra.
No hay un solo capítulo importante donde el Gobierno haya cumplido sus promesas y sus obligaciones.
La sucesión de Pedro Sánchez al frente del Partido Socialista es algo que siempre provoca polémica, porque una parte de la realidad nos dice que el actual presidente del Gobierno y secretario general del partido no podrá seguir mucho tiempo ahí así: menudo otoño se le viene encima.
"Y nuestros 'zetas' ¿dónde están?". La pregunta la hizo, casi finalizando la presentación de un libro en Vitoria, un hombre en la mitad de los cincuenta, que luego me dijo ser autor de un volumen, no publicado aún, sobre la sociedad civil.
Los dos informes publicados recientemente -uno por el Comité de Sabios Europeos y otro por la Universidad Pontificia Comillas- han confirmado lo que ya se intuía: el apagón que paralizó España el pasado mes de abril fue el más grave registrado en la historia reciente de la Unión Europea y, probablemente, del mundo.
No estaría en su sano juicio quien hubiera creído que el Gobierno de Netanyahu permitiría que se saliera con la suya la ONU flotante que navegaba hacia Gaza con la publicitada intención de prestar solidaridad y ayuda humanitaria a la torturada población civil del enclave arrasado a sangre y fuego por el Ejército de Israel.
A la espera de conocer sí la organización terrorista Hamas acepta el plan de paz sobre Gaza que impulsa el presidente norteamericano Donald Trump, los partidos de la izquierda española agrupados en Sumar y también Podemos han decidido ya que hay que rechazarlo movilizando a sus seguidores para que hagan lo propio manifestándose en las calles.
Conste que no comparto eso de que Pedro Sánchez sea un delincuente así, sin más.
El campamento de Bernedo, en Álava, organizado por la asociación Sarrea Euskal Udaleku Elkartea, ha causado un gran revuelo, que podríamos resumir en este titular que apareció en El Correo: "Los monitores iban desnudos y se duchaban con nuestras hijas e hijos en el campamento".
Cuando, en 1983, el ciudadano francés Segundo Marey fue secuestrado, confundido por Interior con un miembro de ETA, la banda terrorista desarrollaba casi sin límites su actividad criminal.
Se detecta una general complacencia con el llamado plan de Trump y Netanyahu para la pacificación de Gaza.
En Marruecos están pasando cosas a las que deberíamos prestar atención. Nuestros vecinos del Sur tienen problemas.
Era difícil la reacción del Gobierno de Pedro Sánchez ante el proyectado plan de paz en Gaza: al fin y al cabo, hasta el momento es un triunfo diplomático para Trump, respaldado por una mayoría de países occidentales.
Hace diez años Podemos, un movimiento de masas reconvertido en partido de estructura e ideario comunista, llegó a tener 44 diputados con un porcentaje de apoyo electoral del 20,68%.
El calendario constitucional vuelve a chocar con la práctica política de Pedro Sánchez.
El incendio de la Sierra Norte de Guadalajara va a hacer diez días ardiendo y quemando hectáreas, pero hasta el domingo ni siquiera asomó por la televisión.