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Ayuso alerta de una “reforma constitucional encubierta” tras el pacto fiscal con Cataluña
la Presidenta del Gobierno regional, Isabel Díaz Ayuso, ha calificado el acuerdo de financiación singular con Cataluña como “una reforma constitucional encubierta”, “inaplicable” e “ilegal”, y ha advertido de que supone una “secesión fiscal” y “una carta blanca para el próximo golpe de Estado”. Así lo ha afirmado este martes durante la clausura de la Asamblea General de CEIM, donde ha cargado con dureza contra el Gobierno de Pedro Sánchez por lo que considera un ataque directo a la soberanía nacional y a la igualdad entre españoles.
Según la presidenta regional, el pacto entre el Ejecutivo central y la Generalitat escenifica “la legitimación de la secesión” y el desmantelamiento de la unidad económica de España. A su juicio, el hecho de “fingir que existe tal cosa como una Hacienda catalana” es una estrategia deliberada para quebrar la solidaridad entre regiones y anular la autonomía fiscal de Madrid, mientras se premia a quienes han intentado romper España.
Díaz Ayuso ha advertido que el coste económico de esta cesión rondaría los 900 euros por madrileño, cifra que ascendería a 2.000 si se suman la quita de deuda y los fondos de competitividad. “Ese dinero recaerá en las clases medias y las pymes, que son quienes sostienen El País y generan oportunidades”, ha afirmado, al tiempo que ha prometido que el Gobierno autonómico no firmará “la sentencia de muerte de España”.
En su intervención, ha acusado al Ejecutivo de Sánchez de “subvertir el orden constitucional a espaldas del pueblo”, de pretender “descapitalizar” la nación y de impedir a las comunidades autónomas ejercer su legítima política fiscal mientras se concede a otras la impunidad para delinquir. “Esto es un atropello a nuestra autonomía”, ha sentenciado, denunciando que se pueda “dar un golpe de Estado” pero no bajar los impuestos.
La presidenta madrileña también ha tachado de “falacia” la acusación de ‘dumping fiscal’ contra Madrid, asegurando que es una coartada para justificar la mala gestión del nacionalismo catalán. “Nosotros sí cerramos nuestras finanzas en los mercados sin endosar deuda a las siguientes generaciones”, ha recalcado.
Para Ayuso, lo que está en juego es la soberanía nacional. Por ello, ha rechazado expresiones como “bilateralidad” o “multilateralidad”, que considera fórmulas para pervertir el derecho y la política. “España no es ni un Estado federal ni confederal, sino una única nación soberana e indivisible que articula sus regiones en nombre del Estado”, ha defendido.
Finalmente, ha advertido de que este proceso responde a una estrategia de desgaste institucional que pretende derribar el edificio constitucional sin que los ciudadanos perciban sus verdaderas consecuencias hasta que sea demasiado tarde. “Han pasado de la carcoma al derribo”, ha concluido, reclamando frenar este modelo que, a su entender, mina los pilares de la nación.
