La Comunidad de Madrid mantiene en estudio la posibilidad de simplificar el sistema tarifario del transporte público en la región reduciendo las actuales zonas a solo dos: una A para Madrid capital y una B para el resto de municipios. Sin embargo, el proyecto continúa en suspenso a la espera de que se aclare si se mantendrán las bonificaciones extraordinarias al transporte, aprobadas tras la pandemia y aún vigentes en 2025.
Así lo ha confirmado el consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, Jorge Rodrigo, durante un desayuno informativo en la Consejería, donde ha recordado que actualmente el transporte público está subvencionado en un 60% entre la Administración General del Estado y la Comunidad de Madrid. Esta situación impide, por el momento, avanzar en una reforma tarifaria estructural que supondría una reducción de costes para millones de usuarios.
La unificación tarifaria fue uno de los compromisos electorales de la presidenta Isabel Díaz Ayuso en las elecciones de 2023. Entonces, se planteó la supresión de las zonas B1, B2, B3, C1 y C2 para convertirlas en una única zona B, aplicando la tarifa más baja de las actualmente vigentes. Según los cálculos ofrecidos durante la campaña, esta reforma podría suponer un ahorro anual de hasta 180 euros para más de 3,6 millones de usuarios del abono transporte.
El Consorcio Regional de Transportes de Madrid está elaborando los informes técnicos necesarios para analizar la viabilidad de esta reforma, pero el Ejecutivo autonómico ha insistido en que no puede “aventurarse” a tomar una decisión definitiva mientras persista el modelo actual de financiación extraordinaria. Según ha explicado Rodrigo, solo cuando se conozca el marco de subvenciones de los próximos ejercicios podrá valorarse la implantación de esta nueva estructura tarifaria.