El consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local de la Comunidad de Madrid, Miguel Ángel García Martín, ha arremetido con dureza este miércoles contra la reciente reunión entre el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y el líder de Junts, Carles Puigdemont, a la que ha calificado como “la antesala” de un nuevo gesto de sumisión del Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ante el separatismo catalán.
En declaraciones tras la reunión del Consejo de Gobierno madrileño, García Martín ha advertido de que la próxima fotografía entre Sánchez y Puigdemont, prófugo de la justicia española, será “una imagen para la historia de la postración institucional” del Ejecutivo central con tal de mantenerse en el poder. “Sánchez está dispuesto a postrarse de hinojos ante Junts con tal de conservar la Moncloa”, ha afirmado el consejero, en referencia a los siete votos del partido independentista que son clave para la estabilidad parlamentaria del Gobierno.
El consejero también ha denunciado que, para compensar a Esquerra Republicana de Cataluña y evitar “celos políticos” ante la foto entre Illa y Puigdemont, el Consejo de Ministros aprobara el mismo día el anteproyecto de ley para la condonación parcial de deuda autonómica. “Es una operación pensada para contentar a los independentistas y seguir regando de privilegios a las comunidades que incumplen la legalidad y ponen en cuestión la unidad nacional”, ha denunciado.
A juicio del Gobierno madrileño, esta dinámica de cesiones no solo refuerza a los partidos que han atacado el orden constitucional, sino que representa una humillación constante para el resto de comunidades que cumplen con sus obligaciones y no chantajean al Estado. “Estamos ante una deriva gravísima, que rompe el principio de igualdad entre los españoles y desnaturaliza el pacto autonómico”, ha añadido García Martín.
El Ejecutivo madrileño, presidido por Isabel Díaz Ayuso, ha reiterado su rechazo frontal a cualquier negociación que implique legitimar a quienes vulneraron el marco constitucional y siguen fugados de la justicia. La reunión entre Illa y Puigdemont, que tuvo lugar en Bruselas y se prolongó durante más de una hora, ha sido interpretada por la Comunidad de Madrid como un paso más hacia el blanqueamiento político del independentismo radical.
Según ha recordado el consejero, Puigdemont sigue huido de la justicia tras su implicación en el golpe separatista de octubre de 2017, por lo que cualquier contacto institucional con él “degrada” la democracia española y “socava la autoridad del Estado de Derecho”. La Comunidad de Madrid ha insistido en que ni Sánchez ni Illa están legitimados para tratar con prófugos sin antes exigir su comparecencia ante los tribunales.