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Los autobuses de la EMT contarán con Inteligencia Artificial tras detectar ocupaciones indebidas
El Ayuntamiento de Madrid implantará tras el verano un nuevo sistema de vigilancia con Inteligencia Artificial en varios autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT).
La iniciativa busca reforzar el control de los carriles bus y las paradas, donde la ocupación indebida de vehículos particulares sigue siendo un problema recurrente.
Según los datos municipales, en 2024 la EMT registró un total de 17.963 denuncias en sus rondas de vigilancia, realizadas durante 27.913 horas de recorrido por las calles de la capital. Estos registros se producen a través del Servicio de Apoyo al Control de Estacionamiento (SACE), operativo desde 2002, que cuenta con ocho vehículos especializados en la supervisión de las vías reservadas al transporte público.
Un hábito que retrasa los autobuses
El balance de 2024 refleja que los equipos de la EMT detectan de media 49 vehículos diarios ocupando paradas o carriles reservados. Esta práctica, además de estar sancionada, repercute directamente en la regularidad de las líneas de autobús. Aunque el Ayuntamiento no ha concretado todavía las cifras de retraso, reconoce que esta infracción afecta a la fluidez de los trayectos.
Con la introducción de la nueva tecnología, se pretende medir con mayor precisión el impacto de estas conductas. El sistema de inteligencia artificial irá instalado en las lunas delanteras de varios autobuses y recopilará información en tiempo real sobre las incidencias detectadas durante la marcha.
Un proyecto piloto con informes de resultados
La empresa encargada del piloto deberá entregar un informe final que recoja los resultados de la experiencia. El documento incluirá datos sobre las infracciones localizadas y su relación con la eficiencia de los servicios de autobús. También se calculará el tiempo perdido a causa de estas ocupaciones, con el fin de establecer el efecto real sobre los pasajeros y los horarios de las líneas.
Además, la información permitirá identificar las zonas de la ciudad más problemáticas en cuanto a la invasión de carriles bus. Con esos datos, el Ayuntamiento podrá priorizar las intervenciones, reforzar la vigilancia y diseñar estrategias que garanticen un mejor funcionamiento del transporte público en la capital.
