Trabajadores del Hospital La Paz se concentraron este lunes para denunciar la situación “insostenible” que atraviesa el centro durante el verano. La protesta se enmarcó en una huelga de 24 horas de carácter simbólico, convocada para visibilizar el cierre de 397 camas y la saturación de las Urgencias, donde en el momento de la movilización se acumulaban 61 pacientes pendientes de ingreso.
La movilización comenzó a las 12 del mediodía con un minuto de silencio en recuerdo de los profesionales de baja por ansiedad, depresión o que trabajan medicados, así como de los pacientes que esperan en los pasillos. Guillén del Barrio, portavoz del sindicato independiente TERE, explicó que se trata de una “huelga a la inversa”, ya que los servicios mínimos fijados obligan a que, paradójicamente, haya más personal que en una jornada ordinaria.
La Paz es el centro que más camas clausura en época estival, con un total de 397, lo que equivale a un tercio de su capacidad. Los contratos de sustitución apenas cubren el 21% de las vacaciones del personal, lo que, según los organizadores, provoca una sobrecarga laboral insoportable. Por ello reclaman contrataciones suficientes, planificación de plantillas con tres meses de antelación y el derecho a disfrutar de los días de libre disposición. Calculan que se acumulan 23.000 horas libres, equivalentes a un centenar de contrataciones.
La consejera de Sanidad, Fátima Matute, cifró en solo 19 profesionales, el 0,26% de los 7.300 trabajadores del hospital, los que secundaron el paro. Entre ellos, once eran personal en formación, cuatro enfermeras, un técnico en cuidados auxiliares de enfermería y varios administrativos. Matute insistió en que la Comunidad trabaja para mejorar las condiciones laborales en el marco normativo y garantizar el derecho de los sanitarios a sus vacaciones, siempre asegurando la atención continuada.
La consejera apuntó a la falta de profesionales sanitarios como uno de los principales problemas y recordó que el Ministerio de Sanidad se ha negado a conceder las 61 plazas solicitadas para la nueva especialidad de Medicina de Urgencias, aprobando únicamente 11. “No los entendemos. La formación corre a cargo de nuestros profesionales y la financiación depende de la Comunidad, pero el Gobierno central no ha querido ampliar esas plazas”, lamentó Matute. Aun así, subrayó que el Ejecutivo autonómico seguirá velando “día a día” para que los sanitarios trabajen en las mejores condiciones posibles.