La consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Fátima Matute, ha mostrado este miércoles su rechazo al real decreto aprobado por el Gobierno central para regular la alimentación en comedores escolares, al considerar que estas medidas deberían abordarse desde el ámbito educativo y no a golpe de imposición normativa.
“Es un poco triste tener que ir con decretazos para regular lo que debería ser una educación en salud y en hábitos saludables”, ha afirmado Matute durante una visita al Centro de Salud Mirasierra. A su juicio, más que legislar desde arriba, lo importante es concienciar a las familias sobre cómo deben alimentarse y qué ofrecer a sus hijos.
El Consejo de Ministros aprobó este martes el denominado Real Decreto de Comedores Escolares Saludables y Sostenibles, impulsado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 y suscrito por otros cuatro ministerios: Sanidad, Educación, Agricultura y Juventud. El texto incluye medidas como la prohibición de bollería industrial y bebidas azucaradas en los menús escolares.
Desde el Ejecutivo central se defiende que la medida busca proteger la salud de los menores y fomentar entornos escolares más sostenibles y equilibrados. Sin embargo, desde la Comunidad de Madrid se cuestiona tanto el fondo como la forma.
Matute ha recordado que en Madrid ya se trabaja con firmeza en este ámbito, especialmente a través de programas como las consultas del Niño Sano, donde se promueve activamente la alimentación equilibrada. Además, desde Salud Pública se ejerce un control estricto en centros educativos públicos para evitar la oferta de bebidas con cafeína, azucaradas o productos procesados.
La titular madrileña de Sanidad ha subrayado que el Gobierno regional seguirá trabajando en esta línea, priorizando la formación y el acompañamiento a las familias frente a las prohibiciones. “Lo fundamental es dar alternativas, informar y que cada uno, de forma espontánea, elija lo que es mejor para su salud”, ha indicado.
En un tono crítico hacia el intervencionismo del Gobierno central, Matute ha recalcado que “menos decretos y menos prohibiciones” es lo que se necesita para lograr una población más sana y consciente. A su juicio, se trata de que niños y adultos “tomen decisiones responsables” sobre su salud, basadas en el conocimiento y no en la imposición.
“Hay que aumentar los años a la vida, pero también la vida a esos años, y eso solo se consigue con una vida lo más saludable posible”, ha concluido la consejera, reiterando su apuesta por un enfoque educativo y no regulador en materia de salud pública infantil.