Madrid refuerza su estrategia sin insecticidas para el control de plagas en zonas verdes

El Ayuntamiento de Madrid ha reafirmado su compromiso con un modelo de control biológico de plagas en el arbolado y la vegetación urbana sin recurrir al uso de insecticidas ni productos químicos. Así lo ha señalado este lunes el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, durante una visita institucional al invernadero de Arganzuela, acompañado por el responsable de Limpieza y Zonas Verdes, josé antonio martínez páramo.
Carabante ha defendido el empleo de métodos “naturales, biológicos y respetuosos con el ecosistema” como alternativa a los tratamientos químicos tradicionales. Entre las técnicas aplicadas destaca el uso del control cromático, así como la introducción de insectos depredadores que actúan de forma selectiva sobre especies nocivas como la mosca blanca, los ácaros, la araña roja o la cochinilla, que afectan al estado del arbolado y a la salud general del entorno vegetal de la ciudad.
El delegado ha subrayado que esta estrategia de intervención forma parte de una política ambiental que busca preservar la biodiversidad y garantizar un equilibrio sostenible en los espacios verdes de Madrid, donde el uso de fitosanitarios ha sido sustituido por soluciones compatibles con la vida natural.
Control continuado y respuesta ante condiciones meteorológicasPreguntado por los efectos que las abundantes lluvias de marzo pudieron tener en la proliferación de insectos como el mosquito u otras especies, Carabante ha insistido en que la actuación del Ayuntamiento es constante y no depende de fenómenos puntuales. Como ejemplo ha citado la vigilancia y control de la oruga procesionaria, cuya presencia se monitoriza a lo largo de todo el año.
No obstante, ha reconocido que las lluvias han tenido un efecto positivo en la conservación del arbolado madrileño. “Ese número de días lluviosos ha permitido que el arbolado se haya conservado de mejor manera, que dispongamos de todos los recursos hídricos a su máximo nivel”, ha señalado, destacando que esto permite mejorar el riego de los más de 3.800 parques y jardines que componen la red verde de la ciudad.
Desde el Consistorio subrayan que este modelo de intervención sin insecticidas responde a una visión de largo plazo, alineada con el respeto al medio ambiente urbano y la sostenibilidad ecológica.