García-Page, muy crítico, considera que “no hay salida digna” a la crisis del PSOE

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado su preocupación y malestar ante la situación que atraviesa la dirección del PSOE, tras los últimos escándalos que afectan al exsecretario de Organización Santos Cerdán. En una entrevista en la Cadena Cope, García-Page ha afirmado que el partido vive el “momento más grave de credibilidad de su historia reciente” y que “no hay salida digna” al deterioro institucional actual.
El dirigente socialista ha criticado abiertamente la reacción de la cúpula del partido ante la investigación de la UCO en el marco del 'caso Koldo' y ha defendido el papel de la justicia frente a los intentos de desprestigiar su actuación. “Muy poca gente cree a la dirección”, ha lamentado, asegurando que el discurso de la victimización ya no convence ni dentro ni fuera del partido.
García-Page ha apuntado que “queda mucho por saberse” y ha aludido a informaciones y amenazas procedentes de algunos de los implicados, como Koldo García o Víctor de Aldama, que según afirma, “lo tienen todo grabado”. Ha denunciado además que incluso ministros han registrado conversaciones con el presidente Pedro Sánchez, lo que a su juicio evidencia un clima de desconfianza generalizada.
Recordando los inicios de la legislatura, ha dicho haber advertido de un “laberinto sin salida” y ha sugerido que las preocupaciones reales del presidente “ni siquiera están en los periódicos”. En este contexto, ha subrayado que lo verdaderamente relevante no son las polémicas menores de la actualidad política, sino las cuestiones de fondo que afectan a la integridad del proyecto socialista.
En un tono crítico pero reivindicativo, García-Page ha hecho un llamamiento a recuperar el espíritu original del partido: “El PSOE sin apellidos, no el de Sánchez, no el de Page, sino el de su historia de servicio a España”. Ha advertido contra las “mayorías obscenas” que, a su juicio, sostienen actualmente al Gobierno, y ha señalado directamente a la dependencia del Ejecutivo de “la extrema derecha independentista que es Puigdemont y Junts”.
Ha reiterado su rechazo a decisiones como la ley de amnistía o los indultos, medidas que “no caben en la cabeza de la izquierda”, y ha pedido a su partido plantar cara a quienes “quieren romper España” con firmeza y sin tibiezas.
García-Page ha lamentado el silencio de muchos compañeros del partido ante decisiones controvertidas y ha insistido en que él no piensa callar. Ha reclamado enfrentar a la extrema derecha “en las urnas” y no mediante pactos que considera contrarios al interés general. “Lo que hay que hacer no es insultar a la extrema derecha, sino ganarle”, ha afirmado.
Pese a mostrarse profundamente dolido, ha recalcado que el PSOE es mucho más que sus actuales dirigentes. “Me acuerdo de los miles que se han escapado del PSOE”, ha dicho, recordando también a los militantes que siguen trabajando sin descanso pese a las circunstancias. “Vamos a seguir manteniendo nuestra posición. Pero desde luego no voy a estar en silencio”, ha sentenciado.