Autoficción con alma iraní: Kaveh Akbar pone rostro a una generación rota

Un libro amarillo, grueso y con el título enmarcado entre signos de exclamación ha comenzado a llamar la atención en los escaparates de las principales librerías del país. Una pegatina circular destaca que “¡MÁRTIR!” (Blackie Books, 2025), de Kaveh Akbar (Teherán, 1989), no solo es una novela de proyección internacional, sino que además fue finalista del National Book Award de Estados Unidos. Se promociona como la nueva gran novela americana y figura entre las diez mejores del año según “The New York Times”.
El argumento gira en torno al existencialismo más primitivo, ese que nos define como personas pensantes: ¿para qué sirve toda esta vida llena de dolor y sufrimiento? Si es que tiene algún sentido, aún no lo hemos encontrado, ni siquiera desde que los primeros filósofos comenzaron a reflexionar sobre ello. El sentido último de la vida es un gran tema humano, pero en esta ocasión regresa envuelto en la chaqueta y corbata de una novela del Siglo XXI, en concreto, de unos años veinte marcados, en términos amplios, por el estrés de todo lo que sucedió tras el 11S, estrés que se concreta, ya en al ámbito individual, en la historia de Cyrus Shams.
Antes de avanzar, conviene detenerse en el nombre que aparece en grandes letras en la edición española de esta novela americana: Kaveh Akbar. Nacido en Teherán y emigrado a Nueva Jersey a los dos años, Akbar alcanzó reconocimiento como poeta antes de incursionar en la narrativa. En esta obra, el autor crea un protagonista que refleja muchas de sus propias experiencias: un migrante iraní, poeta y exalcohólico. Así, “¡MÁRTIR!” se inscribe en el género de la autoficción.
Cyrus Shams, alter ego de Kaveh Akbar, es un iraní residente en Indiana, marcado por la muerte de sus padres y su lucha contra la adicción. Su vida está atravesada por la obsesión con la muerte, tanto la de sus seres queridos como la suya propia, y busca desesperadamente encontrarle un sentido. Un día, al leer el periódico, descubre la obra de una artista iraní como él, en fase terminal de cáncer, y decide viajar a Nueva York para conocerla y aprender de sus conversaciones.
Aunque Cyrus es el eje central, la novela adopta una estructura coral, dando voz a diversos personajes que enriquecen la historia con sus perspectivas. El existencialismo es el tema principal, pero también se exploran cuestiones fundamentales como la adicción, la guerra, el arte y la familia, todos ellos esenciales para reflexionar sobre el sentido de la vida.
Akbar retrata con acierto a una generación de jóvenes marcada por experiencias complejas, que inevitablemente se interroga sobre el significado último de la existencia. Esta búsqueda de sentido está presente en casi todos los diálogos, donde se reflexiona, de manera más o menos explícita, sobre la vida y la muerte.
Uno de los temas más interesantes que el autor aborda en este libro es la incomodidad que genera la incertidumbre y el deseo de seguridad. No saber qué sucederá mañana, y descubrir que aquello que antes parecía improbable ahora es posible, se ha convertido en una característica distintiva de las nuevas generaciones. Esta situación está estrechamente relacionada con el dolor existencial y la ansiedad frente a lo desconocido. Cuando el dolor provocado por la incertidumbre se prolonga y no logramos encontrarle una explicación racional, puede desembocar en estados depresivos. Es natural que las personas intenten evitar el dolor, porque resulta difícil aceptar que el sufrimiento es, en realidad, una parte inevitable de la vida.
No es una novela para todos: requiere de un lector dispuesto a enfrentarse a interrogantes profundos, preguntas que, como en todo diálogo filosófico, rara vez encuentran respuestas definitivas. “¡MÁRTIR!” es, ante todo, una obra que explora los anhelos humanos y la eterna búsqueda de sentido, invitando a la reflexión y dejando al lector con más preguntas que respuestas.
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