“Canon de cámara oscura”: un viaje directo al corazón de la literatura

El renombrado escritor Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948) deleita al público lector una vez más con su escritura a través de la publicación de su más reciente libro “Canon de cámara oscura” (Seix Barral, 2025), una innovadora novela en la que combina una trama de ciencia ficción con unas reflexiones profundamente metaliterarias.  

El argumento se desarrolla en torno al protagonista, Vidal Escabia, el cual decide por influencia de su antiguo jefe, el talentoso escritor Altobelli, tomar las riendas de su vida y dedicarse a elaborar un canon literario personal conformado por setenta y un libros. El ritual es sencillo: cada mañana escoge azarosamente y casi a ciegas un libro de su biblioteca oscura; después, se dirige a la luz del ventanal, donde selecciona el fragmento que más le cautiva y finalmente, lo lleva al gabinete, donde redacta una ficha acerca del libro elegido para posteriormente guardarla en el archivo del canon. 

Lo que a primera vista se muestra como un proyecto de vida ordinario, realmente adquiere una fuerza mucho mayor, pues aquellos fragmentos se entrelazan en todo momento con las acciones que lleva a cabo, las situaciones en las que se ve inmerso y los pensamientos que le van surgiendo durante la cotidianeidad de su existencia; los cuales expresa Vidal mediante una permanente primera persona bajo la estructura de ciento veinte capítulos breves. Así, una parte relevante de su vida la conforma Ryo, su hija, la cual está ausente durante el transcurso de la novela y hacia la que profesa su anhelo y amor exacerbado en relación con determinados fragmentos de libros pertenecientes a su canon desplazado.

En paralelo, la obra destaca una problemática de gran interés en la sociedad barcelonesa, y esta es la pervivencia de algunos Denver-7 por sus calles. Estos androides son unas personas artificiales e indiferenciables de los humanos corrientes que fueron programadas para vivir durante cuatro años, pero que durante el “Gran Apagón” de Barcelona su esperanza de vida se tornó indefinida. Ello unido a la obtención de una “conciencia empática superior” ha provocado que busquen sublevarse frente al hombre, de modo que la brigada “cazandroides” de la ciudad ha estado buscando y aniquilando a la especie Denver-7 desde ese momento. Este es un tema que le interesa principalmente a Violet, la expareja de Vidal, la cual tiene una misteriosa obsesión por la búsqueda de los Denvers-7 u “ocupantes” restantes. Asimismo, la presencia recurrente de este tema durante la novela acaba plantando la duda de si existe la posibilidad de que el propio protagonista sea un Denver-7 o no. 

La trama de la novela transcurre durante un periodo de tres días, desde la noche de la fiesta organizada por la amiga de Vidal, Chus Martínez, hasta el comienzo de la tarde del tercer día. Así pues, a pesar de la sucesión de varios hechos significativos a lo largo de la narración, son los diversos pensamientos y reflexiones que lleva a cabo Vidal los verdaderos protagonistas de la novela y los que permiten que el lector acceda a un nivel mayor de profundidad filosófica a medida que se adentra en sus páginas. 

Estas consideraciones se centran principalmente en dos cuestiones: su vida y la metaliteratura. De este modo, el protagonista reflexiona sobre diferentes aspectos del mundo literario, como pueden ser la diferencia entre el narrador y el autor –o Auctor, como él lo denomina–, el propio fin de la escritura, los diferentes estilos en la creación literaria… También reflexiona sobre su propia relación con la literatura y escritura, pues, como él mismo indica, era un “niño extraordinariamente literario” y, asimismo, habla sobre su primera novela publicada: “Lo indecible”. 

A su vez, Vila-Matas hace un gran uso de la intertextualidad, mediante la cual menciona y desarrolla otras obras de la literatura y a sus autores, además de citar frases y párrafos de aquellas que entroncan con sus ideas y experiencias vitales. Tal es su familiaridad con varios de estos escritores que incluso abrevia a K el nombre de uno de sus referentes: Franz Kafka, en tanto que lo citará en numerosas ocasiones durante la obra.

Esta referencia a obras y autores se vincula con la considerable presencia de la intermedialidad en su obra, pues sus múltiples referencias no se ciñen solamente a los escritores. Por el contrario, estas abarcan una amplia gama de ámbitos, como pueden ser el mundo cinematográfico, musical o escultórico; permitiendo así aumentar el bagaje del lector sobre diversos aspectos culturales de la realidad. 

En cuanto al estilo del autor, cabe destacar la combinación de diferentes géneros –ciencia ficción, narrativa, metaliteratura y ensayo– que Vila-Matas lleva a cabo, dando lugar a un conglomerado redactado de forma densa e intrincada. Sin embargo, este modo de configurar la novela abre una vía al lector para que pueda conocer los diferentes ángulos que conforman una misma historia, cuya sucesión de capas va revelando una mayor profundidad intelectual. 

En definitiva, se puede señalar que el mayor logro del escritor barcelonés al escribir este libro ha sido conseguir que los lectores se sumerjan en un mundo ficcional novedoso a la vez que les hace reflexionar acerca del sentido de la escritura y su finalidad en el mundo, tan esencial y provechoso para los amantes de la literatura. 

@estaciondecult