Cobo desvincula a la Iglesia de la resignificación del Valle de los Caídos

El cardenal arzobispo de Madrid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José Cobo, ha señalado este miércoles que la iniciativa de resignificar el Valle de los Caídos, actualmente denominado Valle de Cuelgamuros, responde exclusivamente a una decisión del Gobierno y no a una propuesta de la Iglesia. Así lo ha afirmado durante un desayuno informativo organizado por el diario La Razón, en el que ha criticado la instrumentalización ideológica del recinto por parte de distintas corrientes políticas a lo largo del tiempo.
"El Valle, a veces, hay gente que lo ha querido teñir de un color y ahora hay gente que lo quiere teñir de otro, la Iglesia no entra ahí", ha manifestado el purpurado, quien ha insistido en que la misión de la Iglesia en Cuelgamuros es puramente espiritual y centrada en la oración por la paz. Cobo ha recalcado que, aunque se ha iniciado un proceso de diálogo con las autoridades gubernamentales, la Iglesia no ha fijado fechas ni tiene conocimiento aún del proyecto definitivo que el Ejecutivo pretende llevar a cabo.
El arzobispo ha recordado que la comunidad religiosa continúa presente en el lugar y que tanto la basílica como el culto seguirán desarrollándose con normalidad, subrayando que se mantendrán los signos religiosos en el entorno. En las negociaciones con el Gobierno, en las que ha participado como interlocutor, se ha intentado que las distintas jurisdicciones eclesiales implicadas —los benedictinos, la Conferencia Episcopal y la Santa Sede— conserven su voz y participación en cualquier eventual reforma.
En referencia a las manifestaciones que recientemente han tenido lugar a las puertas de la sede de la Conferencia Episcopal, el cardenal ha mostrado su sorpresa y ha pedido que las críticas se dirijan al verdadero impulsor de la medida. "La ocurrencia esta no ha sido nuestra, esto ha sido del Gobierno, planteádselo al Gobierno, no a nosotros", ha remarcado.
José Cobo ha recordado que fue el propio Estado quien solicitó en su día la presencia de la Iglesia en el recinto del Valle, dotándolo de una basílica pontificia y de una comunidad benedictina. "El actor principal es el Gobierno, que lo ha administrado a través de Patrimonio. La Iglesia fue llamada por el Estado para estar allí", ha explicado. En su intervención, ha destacado que el monumento incluye múltiples elementos patrimoniales, como bosques, carreteras y edificaciones, cuya gestión ha estado en todo momento en manos de la Administración.