La Comunidad de Madrid refuerza la conservación de su patrimonio natural

La Comunidad de Madrid ha dado un importante impulso a la conservación de su flora autóctona al integrar su banco de material genético forestal y de flora silvestre en la red nacional de reservorios.
Esta acción convierte al Banco de Germoplasma Forestal de Madrid (Biformad), ubicado en la finca 'La Isla Forestal' de Arganda del Rey, en una pieza clave dentro del entramado de conservación nacional. Esta instalación funciona desde 2022 y está gestionada por el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA).
Un refugio para las especies amenazadas
Biformad desempeña un papel crucial en la preservación de la flora silvestre madrileña mediante la conservación ex situ, es decir, fuera de su hábitat natural. Este enfoque permite resguardar la diversidad genética de las especies vegetales, especialmente aquellas que figuran en el catálogo regional de especies amenazadas. Los expertos de 'La Isla Forestal' llevan años trabajando en la recolección, análisis y conservación de semillas, alcanzando ya un acervo de más de 1.250 variedades procedentes de ecosistemas forestales de la región.
Restauración ecológica y cooperación científica
La incorporación a la red nacional no solo fortalece la capacidad de Madrid para conservar su patrimonio natural, sino que también abre la puerta a nuevas formas de colaboración científico-técnica. Esta red de bancos de germoplasma en España tiene como objetivo compartir información, proteger especies locales y planificar conjuntamente la reintroducción de flora en su entorno original, asegurando que los ejemplares utilizados sean genéticamente apropiados para cada ecosistema.
Producción de especies para recuperar entornos degradados
Además de su labor de conservación, Biformad también produce nuevos ejemplares de árboles y arbustos destinados a proyectos de restauración ambiental. Esta iniciativa ha permitido reforzar poblaciones vegetales locales, garantizar la supervivencia de especies singulares y protegidas, y contribuir a la recuperación de espacios naturales deteriorados. Con este esfuerzo sostenido, la Comunidad de Madrid demuestra su compromiso con el mantenimiento y enriquecimiento de la biodiversidad regional.