La Comunidad de Madrid se consolida como la región que más invierte en innovación en España, concentrando más del 30% del gasto nacional en activos intangibles, según un estudio elaborado por BBVA Research. La región no solo destaca por el volumen de ventas de servicios relacionados con la innovación, sino que también actúa como principal destino de la inversión en investigación y desarrollo (I+D) procedente de otras comunidades autónomas.
El análisis, realizado a partir de un nuevo indicador basado en más de 250.000 transacciones bancarias anónimas entre empresas registradas entre 2019 y 2024, permite observar en detalle los flujos de inversión por sectores y territorios. Este sistema, que muestra una alta correlación con los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral del INE, ha revelado con claridad la posición dominante de Madrid en el ecosistema de innovación nacional.
El estudio subraya el dinamismo del tejido empresarial madrileño, donde se concentran gran parte de los servicios intangibles comercializados a nivel interregional, especialmente en el ámbito de la I+D. Además, Madrid es la región que más servicios intangibles vende y exporta al resto del país, lo que refleja su papel central como nodo de innovación en el conjunto de España.
Junto a Madrid, Cataluña, País Vasco y Comunidad Valenciana completan el grupo de cuatro comunidades que, en conjunto, acumulan más del 70% del gasto en activos intangibles. Cataluña lidera por número de empresas especializadas, mientras que País Vasco y Comunidad Valenciana sobresalen por la proporción del PIB regional dedicada a la inversión en innovación.
Aunque Andalucía figura en términos absolutos entre las regiones con mayor volumen, su peso relativo respecto a su economía autonómica es inferior, lo que pone de relieve oportunidades de mejora en eficiencia e intensidad innovadora.
Más de la mitad del crecimiento en inversión intangible se concentra en la combinación de sectores como servicios profesionales con I+D, software para el sector energético y servicios audiovisuales y tecnológicos. La Comunidad de Madrid aparece también como polo destacado en estas áreas, especialmente en lo relativo al desarrollo de software y a la prestación de servicios digitales.
Por otro lado, sectores como la construcción, el transporte o la industria química registran una menor presencia en la inversión en activos intangibles, lo que refleja una especialización sectorial todavía desigual.
La mayoría de los servicios intangibles se comercializan dentro del ámbito regional donde se producen, aunque la I+D rompe esa lógica con una movilidad interregional elevada. Este fenómeno beneficia especialmente a Madrid, que centraliza buena parte de esta demanda nacional de innovación, posicionándose como referencia para las políticas públicas que busquen reducir las brechas territoriales y fomentar una economía del conocimiento más cohesionada.