El interés por la tecnología reacondicionada crece de forma constante en España.
Casi la mitad de los ciudadanos estarían dispuestos a adquirir dispositivos de este tipo y, entre quienes ya lo han hecho, el 87% asegura que repetiría la experiencia. Esta forma de consumo, que apuesta por la reutilización y el ahorro, se consolida entre particulares y empieza a abrirse paso también en el entorno empresarial, según indica la compañía distribuidora de tecnología Ingram Micro.
Aunque no se trata aún de una práctica extendida entre empresas, cada vez son más las que ven en los dispositivos reacondicionados una solución funcional, económica y sostenible. "Siempre intentamos explicar a nuestros clientes que lo importante es acceder a la tecnología adecuada para alcanzar sus metas, ya sean productos nuevos o reacondicionados", afirma Santiago Delgado, Division Manager de Ingram Micro. Según el directivo, muchos usuarios podrían satisfacer sus necesidades tecnológicas mediante equipos reacondicionados que se ajusten a sus verdaderas exigencias.
La compañía ha detectado un aumento del interés en países europeos como España, donde esta tendencia no compite con la venta de productos nuevos, sino que convive con ella. Desde Ingram Micro apuestan por ofrecer equipos reacondicionados a empresas que desean equipar sus negocios con tecnología fiable, más asequible y respetuosa con el medio ambiente.
En este sentido, algunos estudios resaltan los beneficios ambientales asociados a este tipo de consumo. Por ejemplo, la compra de un teléfono reacondicionado permite ahorrar cerca de 80.000 litros de agua y evita la extracción de hasta 244 kilos de materias primas necesarias para su fabricación. Al prolongar la vida útil de los dispositivos, se logra reducir su huella ecológica.
El factor económico también influye de manera significativa en esta decisión. Según datos del Observatorio Cetelem, más del 64% de los usuarios que eligen productos reacondicionados lo hacen por su precio competitivo. Sin embargo, un 22% destaca motivos ambientales como la razón principal para dar una segunda oportunidad a dispositivos en buen estado.
Desde Ingram Micro recuerdan que los productos reacondicionados cuentan con las mismas garantías técnicas que los nuevos, lo que elimina muchas de las dudas que persisten entre los consumidores. Delgado subraya que este mercado crece a un ritmo superior al 10% anual en España, lo que demuestra que se trata de una tendencia cada vez más consolidada.
La empresa inició su apuesta por estos dispositivos como parte de su compromiso con la sostenibilidad y el consumo responsable. Gracias a esta decisión estratégica, han conseguido posicionar los reacondicionados como una opción válida y atractiva para el entorno corporativo.
El perfil del consumidor actual refleja una combinación de necesidades. En muchos casos, se alterna la compra de productos nuevos con reacondicionados, según el uso que se les vaya a dar. Una misma empresa puede adquirir ordenadores reacondicionados para ciertas tareas, mientras invierte en móviles nuevos para otras funciones específicas.
"Los usuarios cuentan hoy con más información que nunca, lo que les permite tomar decisiones más inteligentes. Esto hace posible que un dispositivo que alguien considera obsoleto sea, para otra persona, una mejora significativa", explica Delgado.
Este cambio de mentalidad impulsa tanto las ventas de productos reacondicionados como las de equipos nuevos. El mercado de reacondicionados, en concreto, registró un volumen de negocio superior a los 5.100 millones de dólares en 2023 y podría alcanzar los 10.000 millones para 2034, según datos de Global Market Insights.
La percepción social de la segunda mano ha cambiado. Ya no se asocia únicamente al precio, sino también a criterios de sostenibilidad y eficiencia. Como señala el Observatorio Cetelem, el 47% de los españoles están dispuestos a comprar reacondicionados y el 87% repetiría la experiencia, lo que evidencia una transformación clara en los hábitos de consumo tecnológicos.