La fiscal jefa de Madrid niega un pacto con García Ortiz para filtrar información sobre el novio de Ayuso

La fiscal jefa provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, negó ante el Tribunal Supremo haber actuado en connivencia con el Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, y su hombre de confianza en la Secretaría Técnica para filtrar información sobre Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.
"Yo no me concierto con nadie para hacer nada, simplemente recibo instrucciones y las ejecuto", afirmó Rodríguez en su declaración ante el magistrado Ángel Hurtado, instructor de la causa por un presunto delito de revelación de secretos. La fiscal insistió en que no cuestionó las órdenes recibidas del fiscal general.
Según la transcripción de su comparecencia del pasado 30 de enero, Rodríguez aseguró que no le extrañó que García Ortiz le pidiera enviar correos electrónicos a una dirección no corporativa, aunque el magistrado le recordó que en un procedimiento oficial lo habitual es emplear el canal institucional.
"Si había urgencia, debía remitirlos con urgencia"
Rodríguez relató que en la noche del 13 de marzo, tras la publicación en prensa de informaciones sobre el caso, recibió la llamada de la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, quien le advirtió de que las noticias difundidas no eran veraces. Poco después, el propio fiscal general del Estado le pidió recopilar los correos electrónicos entre la defensa del novio de Ayuso y el fiscal de delitos económicos de Madrid, Julián Salto.
"Yo no había visto los correos", aseguró Rodríguez, reiterando que se limitó a cumplir instrucciones y que desconocía lo que hizo García Ortiz con los documentos enviados. También afirmó que no tuvo participación en la redacción de la nota de prensa posterior, que apareció con el membrete de la Fiscalía Provincial de Madrid, y que no consideró que los datos difundidos fueran confidenciales.
El magistrado instructor acordó su imputación al considerar que existen indicios de que facilitó información que terminó en manos de un medio de comunicación. Destacó el hecho de que Rodríguez pusiera a disposición de García Ortiz la documentación sobre el caso y enviara el correo del 2 de febrero que posteriormente se filtró a la prensa.
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