El 87% de los madrileños considera que los desplazamientos urbanos afectan negativamente a su calidad de vida, un porcentaje que sitúa a la Comunidad de Madrid como la región más afectada por los problemas de movilidad en toda España.
Así lo refleja un estudio realizado por la empresa Midas, que pone de relieve que los ciudadanos madrileños superan en siete puntos la media nacional, fijada en el 80%. Cataluña y Andalucía le siguen, aunque con cifras algo más moderadas: un 81% y un 79,5%, respectivamente.
La vuelta a la rutina tras el periodo estival representa un repunte especialmente significativo del malestar vinculado a la movilidad. Según explica Jocelyne Bravo, directora de Marketing & Communications de Midas España, el reencuentro con los atascos, los retrasos y las dificultades para encontrar aparcamiento incrementa notablemente los niveles de estrés entre los ciudadanos, generando un impacto emocional que va mucho más allá de lo meramente logístico.
Uso mayoritario del vehículo privado y desplazamientos solitarios
El estudio también analiza los hábitos de movilidad en las ciudades españolas. Cuatro de cada diez ciudadanos emplean su vehículo particular —ya sea coche, moto o bicicleta— como principal medio de transporte urbano, la mayoría de las veces sin compartir trayecto. Le siguen el desplazamiento a pie, elegido por un 23% de los encuestados, y el uso del transporte público, que representa el 20% de los casos. Esta preferencia por el vehículo privado no solo incrementa el tráfico, sino que también intensifica las dificultades de estacionamiento y el tiempo invertido en trayectos rutinarios.
Entre los principales motivos de malestar relacionados con la movilidad, el más citado es el tiempo excesivo que se tarda en completar los desplazamientos o encontrar aparcamiento, mencionado por un 35,6% de los encuestados. Le sigue muy de cerca el estrés generado por los propios desplazamientos urbanos, que afecta al 34,9%, y el impacto negativo de la contaminación sobre la salud, que preocupa al 28,1%.
Las situaciones concretas que más afectan al bienestar de los ciudadanos son llegar tarde por culpa del tráfico, que afecta al 49,8%, y la imposibilidad de encontrar estacionamiento, que alcanza al 47,6%. También generan preocupación tener que llevar el vehículo al taller (29,8%) y perder el transporte público (26,3%). Estas cifras, a juicio de Midas, revelan que la movilidad no puede seguir considerándose únicamente un asunto de infraestructuras, sino que debe abordarse como un reto de salud pública y emocional.