la Presidenta del Gobierno regional, Isabel Díaz Ayuso, ha respondido este jueves con dureza a las críticas de los grupos de izquierda por su postura ante el conflicto en Gaza, asegurando que no tiene ninguna responsabilidad en los hechos y denunciando una “obsesión enfermiza” por parte del PSOE y Más Madrid. “¿Están enfermos conmigo? Yo no tengo la culpa de que haya habido una pandemia, de las olas de calor o del conflicto en Oriente Próximo”, ha afirmado en la sesión de control celebrada en la Asamblea regional.
Ante la insistencia de la oposición por sus posicionamientos respecto a Israel, Ayuso ha subrayado que no mantiene ninguna relación con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, llegando incluso a ironizar: “No sé quién es ese señor”. La presidenta ha defendido que su Gobierno no promueve intereses extranjeros, sino que fomenta la integración en Madrid de niños gazatíes “y de todas partes”, así como de madrileños judíos “que están empezando a ser perseguidos en su propia casa”.
La jefa del Ejecutivo regional ha lamentado que se haya intentado ofrecer una imagen distorsionada de Madrid durante las protestas propalestinas que obligaron a modificar la última etapa de la Vuelta Ciclista a España. “Eso no es Madrid. Somos capital mundial del deporte”, ha reivindicado, acusando a la izquierda de instrumentalizar cualquier causa internacional con fines partidistas.
El portavoz del Partido Popular en la Asamblea, Carlos Díaz-Pache, ha ahondado en esta línea y ha acusado a los partidos de izquierda de actuar como “tontos útiles del totalitarismo”, señalando que justifican cualquier medio para alcanzar sus fines políticos. “Cualquier causa es buena para poner sobre la mesa una máxima de la izquierda: el fin justifica los medios”, ha denunciado, criticando la constante apelación a causas internacionales para eludir la legalidad.
Díaz-Pache ha cargado además contra la relativización de principios fundamentales como la Constitución, el Estado de derecho o la legalidad, ironizando con que para la izquierda “una Constitución, que no deja de ser un conjunto de papeles, no puede ser un freno para un presidente que nos quiere y nos protege como a su familia”.