la Presidenta del Gobierno regional, Isabel Díaz Ayuso, ha defendido este martes la necesidad de reconsiderar el papel de la energía nuclear como parte esencial del abastecimiento eléctrico nacional y ha advertido de que España está "aún a tiempo" de rectificar su rumbo en materia energética. Lo ha hecho durante la inauguración de la Bienal de Arquitectura y Paisaje de Île-de-France en Versalles, en un discurso con fuertes connotaciones políticas y críticas al actual Ejecutivo central.
Ayuso ha comparado el modelo energético español con el francés, subrayando que mientras Francia apuesta por la energía nuclear con visión estratégica, en España se la quiere condenar "por motivos ideológicos, insisto, sin rigor científico alguno". A su juicio, esta actitud pone en riesgo la autosuficiencia energética del país, especialmente frente a "la amenaza de terceros países y de otras potencias externas".
La presidenta madrileña ha elogiado la labor histórica de Red Eléctrica Española, a la que ha calificado de "referencia mundial", aunque ha advertido que este prestigio solo se podrá mantener si se incorporan criterios técnicos y no ideológicos en la planificación energética. "La apuesta por la nuclear es un gran acierto", ha afirmado.
En su intervención, Ayuso ha recordado el apagón que afectó recientemente a buena parte del territorio peninsular, y ha apuntado que fue Francia, gracias a su infraestructura nuclear, quien ayudó a paliar sus efectos. “Tenemos que mirar a nuestra vecina Francia”, ha repetido, para ilustrar la necesidad de equilibrar el uso de renovables y energía nuclear.
Ayuso ha enmarcado esta reflexión en una crítica más amplia a lo que ha descrito como una “lucha de clases artificial entre el hombre y la Tierra”. Según ha señalado, se está promoviendo una visión que convierte a la humanidad en una amenaza para el planeta, olvidando que la verdadera sostenibilidad debe centrarse en las personas. “¿Qué locura llevó a pensar que las personas eran una amenaza para el planeta?”, se ha preguntado, cargando contra discursos que desincentivan la natalidad con argumentos ecológicos.
La presidenta autonómica ha subrayado que su gobierno apuesta por un ecosistema “agrícola, ganadero, forestal y del paisaje” que sitúe a la persona en el centro, y ha vinculado la energía, el agua, la calidad del aire y la economía circular como partes interdependientes de un modelo sostenible. “Lo peor que le puede pasar a una nación en política energética es dejarse llevar por el sectarismo ideológico y la falta de rigor científico”, ha concluido.