El ayuntamiento iniciará en julio las obras para cubrir la M-30 y el soterramiento de la Castellana
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha anunciado que antes de que finalice el mes de julio comenzarán las obras del cubrimiento de la M-30 a la altura del puente de Ventas, así como el soterramiento del Paseo de la Castellana en el acceso a Madrid Nuevo Norte. Este anuncio ha tenido lugar durante el acto de rendición de cuentas por el Ecuador del mandato, celebrado en Matadero Madrid.
Almeida ha enmarcado estas actuaciones en lo que ha calificado como “la auténtica revolución de la transformación del espacio”, destacando que desde la llegada del Partido Popular al Gobierno municipal se han invertido más de 3.500 millones de euros en espacio público, infraestructuras y equipamientos.
Las intervenciones en Ventas y Castellana Norte forman parte de un ambicioso plan de modernización y regeneración urbana que, según el alcalde, cumplirá los plazos comprometidos con los madrileños. En este sentido, ha subrayado que ambas actuaciones estarán en ejecución este verano, y ha asegurado que serán concluidas dentro de la presente legislatura.
Asimismo, ha confirmado que las obras de la A-5 continúan avanzando conforme al calendario previsto, con la previsión de finalizar en noviembre de 2026. Esta actuación permitirá eliminar las actuales restricciones al tráfico y concluir las afecciones en superficie, mejorando la conectividad y la fluidez viaria en uno de los principales accesos a la capital.
El soterramiento de Castellana en su tramo norte se concibe como una pieza clave para la conexión con el desarrollo urbanístico de Madrid Nuevo Norte, uno de los proyectos estratégicos de transformación urbana más relevantes de Europa. Con esta obra, el Ayuntamiento pretende integrar mejor los nuevos desarrollos residenciales y empresariales con el resto del tejido urbano, generando nuevas oportunidades de desarrollo económico, movilidad eficiente y sostenibilidad.
El cubrimiento de la M-30 en el entorno de Ventas, por su parte, responde a la necesidad de reducir la fractura urbana que supone la vía de circunvalación y recuperar espacio para el ciudadano mediante la renaturalización y creación de nuevas zonas estanciales.
