El agua en la Tierra no vino del espacio, según un estudio

El origen del agua en la Tierra podría no deberse a asteroides, como se ha creído durante décadas, sino a la propia composición original del planeta. Así lo sugieren investigadores de la Universidad de Oxford tras analizar un raro tipo de meteorito, las condritas de enstatita, cuyo contenido en hidrógeno indica que el planeta ya disponía de este elemento desde sus primeros momentos de formación, hace unos 4.550 millones de años.
El estudio, publicado en la revista Icarus, refuerza la idea de que el agua en la Tierra es nativa, es decir, que no fue traída por cuerpos celestes tras su formación, sino que surgió de manera natural a partir del propio material que la constituyó. El hallazgo pone en entredicho la teoría popularmente aceptada que defiende que la hidratación de la Tierra se produjo por impacto de asteroides ricos en agua en los primeros 100 millones de años de existencia del planeta.
Un meteorito con claves sobre la Tierra primitiva
Para su investigación, los científicos examinaron el meteorito LAR 12252, encontrado en la Antártida, considerado análogo a los materiales que componían la Tierra primitiva. Emplearon una técnica avanzada llamada espectroscopía de absorción de rayos X (XANES), usando el sincrotrón Diamond Light Source para identificar la presencia de compuestos con hidrógeno.
Los resultados fueron concluyentes: el hidrógeno no solo estaba presente, sino que se encontraba en cantidades significativas dentro de compuestos de azufre, como el sulfuro de hidrógeno, especialmente en la matriz submicrométrica que rodea los cóndrulos del meteorito. Estas zonas eran cinco veces más ricas en hidrógeno que otras partes del mismo. Por el contrario, en áreas del meteorito contaminadas por exposición terrestre se halló escasa o nula presencia de este elemento.
Impulso a una nueva teoría sobre el origen del agua
Tom Barrett, autor principal del estudio y doctorando en Ciencias de la Tierra en Oxford, subraya que las posibilidades de que ese hidrógeno provenga de contaminación externa son mínimas. “Esto proporciona evidencia vital para respaldar la teoría de que el agua en la Tierra es nativa”, sostiene.
Por su parte, el profesor James Bryson, coautor del trabajo, añade que este hallazgo cambia la perspectiva sobre la historia de nuestro planeta. “Ahora creemos que el material que formó la Tierra era mucho más rico en hidrógeno de lo que pensábamos”, indica. Para los investigadores, esto significa que la formación de agua en la Tierra no fue un fenómeno externo, sino una consecuencia natural de su composición.
La investigación da un nuevo impulso a la hipótesis de que la Tierra fue capaz de generar agua por sí misma desde su origen, sin necesidad de depender del impacto de cuerpos celestes. Un cambio de paradigma en el conocimiento científico sobre la formación de las condiciones que hicieron posible la vida en nuestro planeta.