Botella aprueba un duro examen de economía al frente del Ayuntamiento
LA ALCALDESA de Madrid, Ana Botella, abandonará el Palacio de Cibeles el próximo mes de junio -las elecciones son a finales de mayo pero el bastón de mando no se cede al día siguiente- al menos con el examen de economía aprobado. Y ha sido un examen muy difícil. Por la herencia recibida de su predecesor y mentor Alberto Ruiz-Gallardón.
Los últimos Presupuestos de Botella descienden hasta los 4.388 millones de euros, 59 menos que los de este año, cuyas principales líneas son el incremento del gasto social en 6,8 millones; un 2,9% más en gastos de personal para recuperar la acción social y el 24% de la paga extra de 2012; el crecimiento de los créditos consignados para todas las áreas y distritos, exceptuando Urbanismo, y una subida de las inversiones de 38,8 millones.
Con el excedente se construirá un Centro de Mayores en el Barrio de la Estrella (Retiro); un parque de Bomberos y base del Samur en la calle de San Bernardo; se ampliará Bicimad hasta Cuzco, con 35 nuevas estaciones y 400 bicicletas más; se destinarán más de 100 millones de euros a renovar alumbrado, calzadas, aceras y a mantenimiento de parques; y se instalarán cámaras de videovigilancia en Centro y Azca, entre otras actuaciones.
Respecto a la deuda, en 2015 se reducirá la carga financiera en 175 millones, pasando de representar el 25,1 % del presupuesto al 21,4 %. A finales de 2015 la deuda será de 5.093 millones, situándose al nivel de 2007.
Las principales sombras de su gestión, además de la forma en la que abordó en un primer momento la tragedia del Madrid Arena, son tres: la deficiente gestión de la limpieza de la ciudad, la alarmante y constante caída de ramas y árboles antes, durante y después del verano que ocasionó dos muertes, y la apuesta por la improvisación respecto a la solución al problema con el Plan General de Ordenación Urbana.
Una luz, no baladí, fuera del terreno estrictamente económico ha sido el acercamiento de posturas y la paz que ahora reina entre el Gobierno municipal y dos cuerpos fundamentales: el de bomberos y el de la Policía. El balance general es un aprobado que lejos de simpatías o antipatías y más o menos telegenia es merecido.