Arquitectura y fotografía, historia compartida en la Biblioteca Nacional

Desde su nacimiento, la fotografía se convirtió en el mejor medio para la transmisión cultural y de conservación de la memoria. Así, arquitectura y fotografía han estado históricamente unidas como se refleja en "Mirar la Arquitectura: Fotografía monumental en el siglo XIX".
La exposición, que abre sus puertas en la Biblioteca Nacional, trata de cómo edificios y monumentos fueron el principal objeto fotografiado desde el nacimiento del daguerrotipo, llegando a crearse todo un imaginario que se repetiría y ampliaría con el tiempo y el perfeccionamiento fotográfico.
Con obras de la colección de fotografía del siglo XIX de la Biblioteca Nacional, la más numerosa de España y una de las mejores de Europa, la muestra se centra de forma especial en esta relación en España.
Se trata de la primera exposición en nuestro país que pone en relación la arquitectura y la fotografía en el siglo XIX, una vinculación que es, según los comisarios Helena Pérez y Delfín Rodríguez, una de las más apasionantes de la historia de la cultura.
Los comisarios han seleccionado 175 piezas procedentes en su mayoría de la colección de la Biblioteca Nacional, algunas de ellas inéditas, aunque también han contado con una veintena de préstamos del Museo del Prado, la Bibliothèque nationale de France, la Real Biblioteca de Palacio y el Archivo de la Villa de Madrid.
Estos prestamos completan y dan coherencia a un discurso articulado en seis secciones en las que se ilustra esta relación en toda su dimensión: como instrumento para la memoria, como documento, como recurso para la restauración y como propaganda de las obras nuevas así como de los antiguos monumentos que conformaban el pasado glorioso de las naciones.
Durante la presentación, Ana Santos, directora de la Biblioteca Nacional, ha recordado que esta es la primera vez que esta colección se muestra junta y ha considerado que la exposición pone en valor y aumenta el conocimiento sobre la importancia del patrimonio monumental español.
En una opinión "muy personal", Delfín Rodríguez ha afirmado que "la arquitectura basó su existencia esperando la llegada de la fotografía y ya antes de esta llegada su usaron todo tipo de artilugios con el fin de ser más objetivos en la representación de los edificios".
Con la aparición de la fotografía "se produce un fenómeno que busca la objetividad, la realidad no manipulada, aunque esto no es del todo verdad porque está el ojo del fotógrafo", ha señalado el comisario para quien la fotografía revela aspectos "inesperados y sorprendentes para la propia arquitectura y para el fotógrafo".
Durante el siglo XIX, España se convirtió "en un destino de consumo romántico, principalmente por la arquitectura islámica, la Alhambra, la Mezquita de Córdoba. España es el Oriente próximo", según Delfín Rodríguez.
En ese siglo del Romanticismo, "todos los artistas y escritores realizaron viajes por España y se trajeron a fotógrafos para plasmar lo que veían. A partir de ahí, comenzaron a llegar más fotógrafos por su cuenta para documentar los grandes monumentos nazaríes españoles".
Aunque no llega a ser tan importante como Italia, "el papel de España en la creación de este imaginario europeo ocupa un lugar importantísimo y está en la cabecera", en opinión de Helena Pérez.
La primera sección de la muestra introduce al visitante en la representación de la arquitectura antes de la aparición de la fotografía, con estampas, dibujos y tratados de arquitectura.
A continuación se ponen ejemplos de cómo la fotografía sirve para documentar el mundo, desde las ruinas mesoamericanas, a las romanas, francesas o de Oriente Medio. Se incluyen también imágenes de viajeros y eruditos aficionados a la fotografía, así como fotografías de infraestructuras que reflejan los avances técnicos.
Imágenes de La Alhambra, los Reales Alcázares, El Escorial, la catedral de Santiago de Compostela o monumentos de Toledo, muestran cómo España, por su historia, arquitectura y costumbres, además de por la imagen romántica proyectada por escritores, se convirtió en escenario donde encontrar la esencia del pasado sin tener que salir de Europa.
En la creación de la imagen fotográfica de España hay dos principales responsables, el británico Charles Clifford y el francés Jean Laurent, a los que se dedica uno de los apartados de la exposición.
Ambos recibieron encargos oficiales, tanto para la Real Academia, El Museo del Prado, la escuela de Arquitectura o el Ministerio de Fomento para fotografiar las obras públicas.
El recorrido de la exposición, que podrá visitarse hasta el 4 de octubre, finaliza con ejemplos de cómo la fotografía fue empleada para construir una historia de la arquitectura.