Comienza el juicio contra Rubiales por el beso a Jenni Hermoso

El juicio contra el expresidente de la Real Federación Española de fútbol (RFEF), Luis Rubiales, ha comenzado este lunes en la Audiencia Nacional, donde se enfrenta a una petición de la Fiscalía de 2 años y 6 meses de prisión por el beso no consentido a la jugadora Jennifer Hermoso y por las presuntas coacciones ejercidas sobre ella para que respaldara su versión de los hechos. Junto a Rubiales también comparecen el exdirector de la Selección, Albert Luque, el exseleccionador femenino, Jorge Vilda, y el exresponsable de Marketing de la Federación, Rubén Rivera, acusados de coacciones y para quienes el Ministerio Público solicita una condena de 1 año y 6 meses de prisión.
La vista ha despertado una gran expectación mediática, con la acreditación de cerca de 70 medios de comunicación y más de un centenar de profesionales, entre ellos al menos 15 medios internacionales procedentes de países como Australia, Francia, Alemania, Reino Unido, Estados Unidos, México y Colombia. Según fuentes jurídicas, este es uno de los juicios más mediáticos en la historia de la Audiencia Nacional. Rubiales ha llegado a la sede judicial en taxi sobre las 09:10 horas acompañado de su abogada, Olga Tubau, mientras que Hermoso ha hecho su entrada en un vehículo particular junto a su letrado y su representante a las 09:25 horas. Ninguno de ellos ha realizado declaraciones a la prensa.
El relato de la Fiscalía sitúa los hechos el 20 de agosto de 2023 en Sídney (Australia), durante la ceremonia de entrega de medallas a las jugadoras de la Selección española tras su victoria en la final del Mundial. En ese momento, Luis Rubiales sujetó la cabeza de Jennifer Hermoso con ambas manos y, sin consentimiento ni aceptación por parte de la jugadora, la besó en los labios. A partir de ese instante, el expresidente de la RFEF, en connivencia con otros acusados, habría comenzado a ejercer actos de presión sobre Hermoso y su entorno con el objetivo de que justificara públicamente el beso y apoyara la versión de que se trató de un acto consentido.
La acusación sostiene que Hermoso sufrió una situación de hostigamiento continuado que le impidió desarrollar su vida con normalidad. El escrito detalla cómo, tras el beso, Rubiales y su equipo intentaron por diversos medios conseguir que la jugadora hiciera declaraciones públicas a su favor. En el autobús de la delegación española, la futbolista fue obligada a bajar precipitadamente para firmar un comunicado que había sido redactado por el equipo de comunicación de la RFEF sin su participación ni aprobación. Posteriormente, ya en el vuelo de regreso a España, Rubiales insistió en que ambos realizaran una declaración conjunta durante la escala en Doha (Qatar), lo que Hermoso rechazó nuevamente.
El acoso continuó en los días posteriores durante la estancia de la Selección en Ibiza, donde la jugadora y sus compañeras celebraban el título mundial. Según la Fiscalía, el responsable de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera, viajó expresamente a la isla para presionarla a través de su círculo más cercano, insistiendo en que debía hablar con el responsable de Integridad de la Federación. Al no conseguirlo, Albert Luque también se desplazó a Ibiza con el mismo objetivo, llegando incluso a presentarse en el hotel donde se alojaba Hermoso para intentar obligarla a hablar con él.
La sesión ha comenzado con las cuestiones previas y continuará con la declaración de los primeros testigos. Jennifer Hermoso será la primera en comparecer ante el tribunal, seguida de Ana Álvarez, exdirectora de fútbol femenino de la RFEF, y Patricia Pérez, jefa de prensa de la Selección femenina en el momento de los hechos. En los días siguientes declararán diversas personalidades relacionadas con el caso, entre ellas el seleccionador masculino, Luis de la Fuente, el psicólogo de la Selección femenina, Javier López Vallejo, y varias jugadoras como Alexia Putellas, Irene Paredes y Laia Codina.
El juicio continuará con la declaración de las hijas de Luis Rubiales, propuestas como testigos por el propio acusado, y concluirá con la comparecencia de peritos y testigos solicitados por la defensa. La vista se extenderá a lo largo de varias sesiones, en las que se analizarán tanto los hechos ocurridos en Sídney como los episodios posteriores en los que la jugadora habría sufrido presiones por parte de altos cargos de la Federación.