La Comunidad de Madrid ha rechazado este miércoles que pueda hablarse de “caos” en Metro tras el cierre parcial de la Línea 6 y las obras en superficie de la capital. El viceconsejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, José María García, ha cargado contra el ministro de Transportes, Óscar Puente, por “menospreciar y minusvalorar” a los empleados del suburbano al calificarlos de “empujadores”.
García ha recordado que se trata de “jefes de sector con una función específica y bien programada para ayudar a la movilidad de las personas dentro de las estaciones y garantizar que el sistema fluya con normalidad”.
“Metro de Madrid es un servicio eficaz, funciona muy bien y es el orgullo de todos los madrileños. No se puede tratar de hacer un juego político barato poniendo a Metro en la diana”, afirmó el viceconsejero durante su intervención.
García insistió en que las incidencias registradas en Metro son similares a las de otros años y “muy inferiores” a las de la red de Cercanías, que moviliza 700.000 viajeros diarios frente a los 2,5 millones del suburbano. Según sus datos, las incidencias en Cercanías “multiplican por 14” las de Metro y, a diferencia de las que ocurren en la red ferroviaria estatal, las del suburbano “se resuelven de manera inmediata”. En este punto, el viceconsejero señaló la falta de inversión del Gobierno central en la red de Renfe y la sobrecarga que ello provoca en el transporte madrileño.
Respecto a las imágenes de aglomeraciones difundidas por el propio Puente o por el secretario general del PSOE-M, Óscar López, el responsable regional señaló que son escenas habituales en un sistema de alta capacidad como Metro, donde cada tren puede trasladar a 2.000 personas y en los andenes se acumulan entre 500 y 600 usuarios en hora punta. “Esa incidencia dura dos o tres minutos, que es la frecuencia de llegada y salida de los trenes”, subrayó.
En relación con las obras de la línea Circular, García defendió que se ha optado por una ejecución en dos fases para “causar el mínimo perjuicio posible” a los madrileños. Para suplir el tramo cerrado se han puesto en marcha 61 autobuses lanzadera de la EMT que mueven a más de 140.000 viajeros diarios, además de reforzar otros servicios de transporte.
“No hay ningún caos en Metro”, reiteró el viceconsejero, explicando que la demanda de pasajeros siempre se incrementa en otoño, coincidiendo con la vuelta al curso escolar y al trabajo. A su juicio, la red se reorganiza de manera natural en los primeros días y logra absorber la presión. “Evidentemente surgen dudas al inicio, pero finalmente se estabiliza la movilidad. No podemos aceptar de ningún modo la palabra caos”, concluyó.