El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, ha acusado al alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, de impedir deliberadamente la normalización de relaciones entre ambas administraciones al no haber sido invitado al Pleno del Estado de la Ciudad celebrado este lunes en el Palacio de Cibeles.
Desde Delegación se ha calificado la exclusión como una “falta de lealtad institucional”, lamentando que se haya vetado la presencia del Ejecutivo nacional en una de las sesiones más relevantes del curso político municipal.
Fuentes de la Delegación han confirmado que Martín solicitó formalmente a la Presidencia del Pleno, encabezada por Borja Fanjul, que se le hiciera llegar una invitación para asistir al acto. La ausencia de respuesta ha sido interpretada como una decisión deliberada del equipo de Gobierno municipal. “Almeida niega cualquier oportunidad para la normalidad institucional, al dictado de la presidenta Ayuso”, ha denunciado el delegado, que ha advertido de la acumulación de “oportunidades perdidas” por parte del Partido Popular en Madrid a causa de una “obcecación” por confrontar con el Gobierno de España.
El deterioro en las relaciones entre el alcalde y el delegado no es nuevo. La ruptura formal se remonta al mes de marzo, cuando Martín acusó a la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, de una gestión negligente durante la pandemia, unas declaraciones que provocaron la inmediata suspensión de contactos institucionales por parte del alcalde. A este desencuentro se sumó la actitud de la portavoz socialista en el Ayuntamiento, Reyes Maroto, lo que motivó que Almeida pusiera fin también a la interlocución con el Grupo Municipal Socialista.
La pasada semana, el regidor madrileño volvió a cargar contra el delegado, asegurando que resulta “imposible” mantener una relación institucional con quien actúa como “ariete de la oposición contra la Comunidad y el Ayuntamiento” con el único objetivo de proyectarse electoralmente hacia 2027. Estas palabras se produjeron en respuesta a una carta enviada por Martín solicitando la convocatoria de la Junta Local de Seguridad para abordar los últimos datos de criminalidad.
Pese a este enfrentamiento en el plano político, Almeida quiso matizar que la relación técnica entre ambas instituciones es fluida y profesional. “Las relaciones con el nivel técnico de la Delegación del Gobierno son impecables”, aseguró. No obstante, subrayó la imposibilidad de dialogar con una persona que, a su juicio, ha sobrepasado todos los límites aceptables. “No se puede aguantar institucionalmente a quien llama asesinos al Partido Popular por los fallecimientos en las residencias durante la pandemia”, afirmó, afeando además que Martín no se haya retractado públicamente de sus palabras.