El vaciado de oficinas en Madrid es algo que conviene dejar en manos de profesionales, ya que con su ayuda se evita una gran cantidad de complicaciones. Además, llevan a cabo un trabajo limpio y muy rápido.
Dado el estado del mercado inmobiliario de la capital, realizar un cambio de oficinas es algo cada vez más común, de forma que siempre hay que tener el contacto de alguna de estas empresas por si nos hiciese falta.
Pese a que se suelen anunciar como empresas que vacían oficinas, lo cierto es que trabajan con cualquier tipo de inmueble. De hecho, suelen ser las encargadas de vaciar pisos y casas en Madrid.
Vaciar una oficina no es nada sencillo. No solo consiste en retirar objetos, sino que hay que llevarlo a cabo de una manera determinada, trasladarlos, reciclar lo que no sirve, etc.
Entre las principales causas de contratar a una compañía especialista en vaciar oficinas está el ahorro de tiempo y esfuerzo. Desmontar muebles, cargar objetos pesados, etc., no es algo que pueda hacer cualquiera.
Así, los expertos se encargan de todo, desde la clasificación inicial hasta la limpieza final. Esto, permite a los dueños del negocio centrarse en ganar dinero, no en tirar muebles viejos.
Al vaciarse una oficina o un inmueble, se genera una cantidad enorme de residuos. Cartón, papel, plástico o madera, los cuales se deben reciclar de manera adecuada para no perjudicar al medio ambiente.
De esto se encargan los especialistas en vaciado de oficinas, los cuales cumplen con las normativas vigentes en materia de gestión de residuos.
Un servicio de vaciado actúa en varias fases, lo cual les permite hacer un trabajo rápido y muy eficiente.
No se llega a una oficina y se comienza a sacar muebles, archivos, etc. Lo primero que hace la empresa es realizar una primera visita en la que elabora un presupuesto. Aquí se ve cuántos objetos se han de retirar, su volumen, el tipo de materiales y de qué forma está distribuido el espacio.
Una vez que se acepta el presupuesto, se elabora un calendario de trabajo, el cual tiene como prioridad interferir lo menos posible con las labores que se llevan a cabo en la oficina.
Primero llega el equipo de especialistas que desmonta estanterías, muebles, etc. Después, se retiran esos objetos, los ordenadores, los archivos y los enseres personales.
Se hace con cuidado, ya que en el caso de las oficinas es muy común reutilizar las impresoras, fotocopiadoras, los muebles, las pantallas del PC y las torres de los ordenadores.
Cuando los materiales se retiran hay que clasificarlos. Unos irán al reciclaje, mientras que otros se guardarán para vender o llevar a la nueva oficina.
El último paso es limpiar el espacio. De esa manera, la oficina se entrega a su dueño preparada para su uso, lo que ayuda a recuperar la fianza del alquiler y a no tener problemas con el propietario.