Madrid redujo en un 87% las larvas de mosca negra en el río Manzanares el año pasado

El Ayuntamiento de Madrid repite la campaña contra la mosca negra en el río Manzanares después de quel año el tratamiento en cinco tramos del río erradicase hasta un 87,15 por ciento de las larvas, es decir, redujo 2.627 larvas por kilo de masa vegetal.
El delegado de Medioambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha supervisado este viernes en la orilla del Manzanares más próxima al Puente de los Franceses la campaña que el Servicio de Conservación del río, en colaboración con Madrid Salud, ha iniciado esta semana.
La mosca negra produce afecciones en la salud humana, en la economía del sector ganadero y en la ecología ya que sus picaduras afectan a la densidad de las aves. Controlar y supervisar de forma preventiva un vector transmisor de enfermedades es clave y más en situación pandémica.
En 2019, el Ayuntamiento de Madrid comenzó a desarrollar de manera sistemática el Plan de Vigilancia y Control de Simúlidos en este curso fluvial como consecuencia del contrato de Gestión de poblaciones de Moscas Negras (Simuliidae) en el entorno del Río Manzanares en la ciudad de Madrid.
Para evitar la reproducción de la mosca negra se aplican tratamientos de fumigación biocidas en larvas y pupas dirigidos a reducir su presencia y, de forma complementaria, se llevan a cabo labores de desbroce de la vegetación de la ribera que es soporte de larvas y refugio de ejemplares adultos.
La campaña de prevención de este año cuenta con más información dada la experiencia acumulada en ejercicios anteriores. Se ha estudiado cada tramo del río y la presencia de larvas de mosca negra para poder actuar de manera anticipada a su eclosión.
Las últimas inspecciones se realizaron los días 8 y 23 de abril a lo largo del curso del río dentro del término municipal de Madrid, siendo el tramo inferior en el que mayor población de larvas de mosca negra se detectaron. En esa zona habita la especie vegetal Potamogeton pectinatus, comúnmente conocida como alga, que sirve de soporte para larvas y pupas.
El Consistorio destina algo más de 50.000 euros anuales para tratamientos de desinsectación. Tras un diagnóstico previo, se definen las zonas de mayor presencia o densidad de larvas para aplicar un biocida, cuyo principio activo es la bacteria Bacillus thuringiensis, subespecie israelensis. Las dosis se determinan en función del caudal del río en cada tramo y se aplica durante diez minutos, tiempo efectivo para que las larvas filtren el producto.