Madrid instala 37 nuevas cámaras con inteligencia artificial para combatir los narcopisos en Ciudad Lineal, Usera y Latina

El Ayuntamiento de Madrid ha iniciado la instalación de 37 nuevas cámaras de videovigilancia con Inteligencia Artificial en tres zonas especialmente sensibles de la capital: el Parque Calero (Ciudad Lineal), el Parque de Pradolongo (Usera) y la calle Cullera (Latina).
Esta actuación, con una inversión de 1,3 millones de euros, tiene como objetivo reforzar la seguridad y erradicar los narcopisos que afectan a estos entornos urbanos, atendiendo tanto a la demanda vecinal como a criterios técnicos de la Policía Municipal.
Así lo ha anunciado este martes la vicealcaldesa y alcaldesa en funciones, Inmaculada Sanz, durante una visita institucional a un centro educativo en el distrito de Hortaleza. Sanz ha subrayado que los tres proyectos están en marcha y se activarán progresivamente a lo largo del otoño, como parte de la estrategia municipal para mejorar la vigilancia y prevenir delitos en puntos críticos de la ciudad.
En su intervención, ha explicado que las ubicaciones han sido seleccionadas en base a informes policiales y al contacto directo con vecinos que han trasladado su preocupación por el incremento de la actividad delictiva y la degradación social en algunas zonas verdes. "No se trata de una instalación masiva de cámaras, sino de actuaciones selectivas en puntos donde su eficacia está comprobada", ha aclarado Sanz.
Las nuevas cámaras, dotadas con sistemas de análisis mediante inteligencia artificial, se suman a las más de 200 ya instaladas durante el actual mandato del equipo de Gobierno. El Consistorio defiende que esta tecnología ha demostrado ser eficaz para disuadir comportamientos delictivos, ayudar en las investigaciones policiales y proporcionar entornos más seguros para los ciudadanos.
Desde el Ayuntamiento insisten en que esta herramienta no sustituye el trabajo de los agentes, pero sí permite optimizar los recursos policiales y facilitar una respuesta más rápida y eficaz ante posibles situaciones de riesgo o alteración del orden público. Además, se enmarca en una estrategia más amplia de regeneración urbana y recuperación del espacio público en los barrios afectados por fenómenos de criminalidad y ocupación ilegal.