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El piloto español de MotoGP Álex Márquez (Ducati) afirmó este jueves que acepta que "el año que viene la gente" le Meta "en las quinielas por el título" de la categoría reina, después de asegurar ya el subcampeonato, por detrás de su hermano Marc (Ducati), en el Gran Premio de Malasia. "En Malasia me temblaban hasta las pestañas", reconoció.
"Estoy muy feliz, es verdad que dije el primero de los perdedores para ganar a algo, porque si no este año... Pero si comparo el 'feeling' de cuando gané los dos títulos con el de este año, es muy parecido. Compartir éxitos con la familia es lo más bonito que te puede tocar", declaró durante un acto de Estrella Galicia 0,0.
Con dos carreras aún por disputarse, el piloto de Cervera señaló que podrá afrontarlas "sin presión". Destacó especialmente el podio de Tailandia "a nivel familiar" y su primera victoria en Jerez "a nivel personal". "Todavía se me pone la piel de gallina", confesó.
Márquez inició la temporada con "el objetivo de ganar", aunque reconoció que ha sido "mucho mejor" de lo que él y su equipo esperaban. Agradeció la confianza depositada en él desde diciembre por Gresini, equipo al que considera clave para sus logros. "Lo hemos llevado muy natural, esa ha sido la clave del éxito", apuntó.
Sobre el año próximo, en el que dispondrá de una Ducati oficial, afirmó: "Acepto que la gente me meta en las quinielas por el título, y es normal esa presión, es a lo mínimo a lo que te pueden someter. Pero el enfoque debe ser el mismo, llegar preparados al máximo". Aclaró que no ve esta temporada como una prueba para aspirar al equipo oficial, sino como "una prueba para mí mismo".
"Significa tener el máximo en tu box y no tener la duda de 'y si hubiera tenido eso'. Ahora depende de mí, y eso me da tranquilidad, tendré el máximo", explicó el piloto, que valora haber alcanzado su mejor versión en esta campaña. "Cada año eres un poco mejor, porque los problemas del pasado te hacen más fuerte", añadió.
Álex Márquez reconoció la dificultad de vencer a su hermano en una temporada completa: "Es muy difícil ganar a Marc en 22 carreras". No obstante, considera que no es inalcanzable, aunque sí complicado por la exigencia de estar siempre al límite. "Hay dos maneras de afrontarlo, o le tienes celos y no te fijas en él, o decir 'es mejor, qué hace mejor'. Eso me lo ha enseñado la vida entera al lado de Marc", afirmó.
Admitió sentir "envidia" de la explosividad de su hermano, aunque considera que él ha ganado en calma. "La he mejorado con los años y él la cabeza fría, pero esa explosividad le ha dado más títulos", apuntó, asegurando que Marc Márquez se está recuperando bien de su lesión.
Álex se mostró satisfecho por compartir el podio del Mundial con su hermano: "Ni en los mejores sueños habría imaginado que Marc y yo seríamos campeón y subcampeón de MotoGP". Valoró el regreso a Cervera tras cinco años y las dificultades vividas, considerándolo "la guinda del pastel".
El piloto, de 29 años, afirmó no preocuparse por si se valora o no su carrera desde fuera. "Yo sí se la he dado, porque sé lo que cuesta conseguirlo. No me quita el sueño que la gente le dé valor", indicó, resaltando su actitud autocrítica y realista.
También defendió el papel del equipo Gresini, al que considera "muy infravalorado en el paddock". Elogió el liderazgo de Nadia Padovani, señalando que "lo hace todo muy sencillo y eso nos da mucha tranquilidad".
Respecto a su futuro, Álex Márquez subrayó que su prioridad era contar con una moto de fábrica, ya sea con Gresini o Ducati. "No habrá cambios en ese aspecto. Para el 2027 ya veremos, habrá muchos movimientos", dijo, dejando abierta la puerta a liderar en otra fábrica. "He demostrado que puedo tener un buen nivel para luchar por podios", concluyó.