Si bien, cuando comenzó este servicio, podía tener algún sentido, porque pagabas por embarcar antes en el avión, en la actualidad se trata de una engañifa de la compañía.
En cualquiera de sus vuelos, uno puede ver que la fila de embarque prioritario es mucho más larga que la fila del embarque normal. Incluso he llegado a pensar que podría ocurrir que vendan todos los asientos posibles con el embarque prioritario, y que llegará un momento en el que solo hubiera embarque prioritario y ninguno en embarque normal. El resultado sería que Ryanair se embolsa un dinero extra por cada ciento sin hacer nada.
Esta compañía está rayando en lo histriónico.
Andrés Marquina
Madrid Actual no se hace cargo de las opiniones de sus colaboradores, que no tienen por qué coincidir con su línea editorial.