Un San Isidro de lo más castizo

De sobra es conocido aquello de que 'San Isidro Labrador, patrono de Madrid, el agua del risco hace salir', pero este año además de los abundantes chorros de agua de su fuente en La Ermita, ha logrado que miles de madrileños, turistas, castizos, chulapos y goyescas no hayan querido perderse la tradicional fiesta.
Como cada año, riadas de personas, ataviadas la mayoría de ellos con trajes típicos, llegan al Parque de San Isidro cargados de múltiples enseres para acampar y disfrutar de una comida o una merienda al sol del 15 de Mayo. Por unas cuantas horas los madrileños y los 'Isidros' -como se denominaba antiguamente a aquellos que venían de las afueras de Madrid- olvidan el estrés y se abandonan al compás de las actuaciones castizas y goyescas.
Las fiestas de San Isidro conforman uno de los emblemas de la capital y reúnen desde más allá del siglo XVI a gran parte de los 'gatos' en la Pradera de San Isidro, para pasar el rato comiendo o merendando mientras se bebe del caño de la ermita. Tanta es la tradición, que hasta Goya y Galdós, entre otros, retrataron en sus respectivas especialidades, la importancia de esta celebración para los capitalinos. La cocina de entresijos, gallinejas, encurtidos y bocadillos junto a la repostería de rosquillas, torraos, garrapiñadas y el agua de botijo hacían por aquél entonces las Delicias de la gente de la época.
Con el paso del tiempo y según hacen constar algunos veteranos asistentes como es el caso de Carmen, una chamberilera que lleva acudiendo religiosamente a cada cita con el Santo desde hace ya más de 20 años, "el ambiente ha cambiado", puesto que son muchos miles más de personas las que se unen a la romería. Por otro lado indica que "la música, los puestos de comida y las atracciones de feria tienen mucho más espacio" del que ella recuerda.
Por su parte Conchita botijo en mano, indica que "antes la gente sólo iba de 'picnic' a pasar el día, pero ahora la cantidad de actuaciones llama a mucha más gente". Para Pedro, sin embargo el cambio más drástico es el tanatorio que se instaló allí hará ahora más de diez años, según él, es algo "raro verlo ahí sembrado", pero según afirma, "por lo menos la fiesta anima el fin de los muertos".
El ambiente festivo y el tiempo soleado acompaña, y tras recibir la visita de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, que hizo sus peticiones al patrono, la celebración no hizo más que empezar. En el escenario principal que la organización del distrito de Carabanchel sitúa a pocos metros del cementerio de Santa María, una compañía de goyescas y goyescos interpreta bailes castizos y representa escenas de cuadros y juegos de la época.
A lo largo de la mañana la explanada de césped está repleta de comensales y no queda ningún resquicio para el despistado que no madrugó para coger un buen sitio. Para Javier de un año de edad, esta es la primera vez que acompaña a sus padres Ana y Jesús, lo traen vestido de pies a cabeza de chulapo e indican que ir a San Isidro es "una tradición que la familia tiene muy arraigada". Ellos dos son unos de los muchos que forman parte de una de las distintas peñas dedicadas a esta celebración.
Al parecer de un tiempo a esta parte, el público es más proclive a engalanarse y salir a lucir boinas, pañuelos y redecillas adornadas con claveles. Pero son en su mayoría los de más edad y los niños los que disfrutan trayendo al presente los trajes del pasado. Los jóvenes sin embargo, desechan la idea de disfrazarse y prefieren pasar el rato a la sombra mientras juegan en grupo a las cartas.
La seguridad es importante en este tipo de eventos, por ello un gran número de efectivos de la Policía Nacional y Municipal refuerzan la seguridad de la zona y desde primera hora de la mañana mantienen cerrados los accesos colindantes al parque. Esto permite que durante toda la jornada la gran marabunta recorra en procesión el Paseo del 15 de Mayo, mientras que desde el punto más alto de General Ricardos se puede observar cómo un aluvión de cabezas aparece, se entremezclan y agolpan en todos los cruces.
Los servicios de transporte también se revolucionan durante estas fechas e incrementan los dispositivos para dar cobertura al evento. Pero este año toda previsión ha sido desbordada puesto que los operarios de Metro y autobuses de la EMT se han visto obligados a racionalizar el paso a las instalaciones y los vehículos para evitar las grandes aglomeraciones que se venían produciendo.
El día por su parte cierra filas en torno a la festividad, las altas temperaturas acompañan y no parece que San Isidro cumpla con su fama de atraer el agua a la ciudad.