La Comunidad de Madrid ha presentado este martes la campaña Una mano abierta para la vida, coincidiendo con el Día Mundial de la Prevención del Suicidio. La iniciativa propone cinco pasos sencillos para detectar y ayudar a personas en riesgo, enmarcados en el plan autonómico de prevención que busca reducir aún más la tasa de suicidios, una de las más bajas de España.
La consejera de Sanidad, Fátima Matute, ha destacado que el símbolo de la campaña es una mano que sostiene otra, como reflejo de que “las personas ayudan a las personas” y nadie está solo. Según la Organización Mundial de la Salud, cada 40 segundos se produce una muerte por suicidio en el mundo, lo que representa más de 800.000 fallecimientos al año.
El método PCMAS resume las claves de la intervención: preguntar y evaluar el riesgo, conectar con la persona con interés y afecto, alejar los medios letales, apoyar y planificar en función de sus necesidades, y hacer seguimiento tras la crisis. Estos principios se han aplicado ya en programas de formación para profesionales sanitarios, docentes y miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Además, la Comunidad ha reforzado los recursos con la web Ayuda frente al suicidio, no estás solo, que ofrece materiales y pautas de acompañamiento. Desde 2022, también funcionan 21 equipos especializados en todos los hospitales públicos para atender a personas en riesgo.
Matute ha subrayado que la región mantiene una de las tasas de suicidio más bajas del país, con cinco muertes por cada 100.000 habitantes, frente a las ocho de media nacional. Ha vinculado este dato a la calidad de los servicios públicos y al alto nivel de bienestar social en Madrid, cuya esperanza de vida alcanza los 87 años. “Es un acicate para seguir bajando las cifras hasta lograr el objetivo del cero”, ha afirmado.
El Plan de Prevención del Suicidio 2022-2026, con una inversión de más de 50 millones de euros, ha ejecutado ya el 85% de sus medidas. La gerente asistencial de Hospitales del Sermas, Mercedes Navío, ha asegurado que se trata de una estrategia “con evidencia científica de que funciona” y ha recordado que detrás de cada cifra “hay una vida y una persona por la que debemos trabajar”.