El Consejo de Administración de RTVE ha aprobado este martes la propuesta del presidente de la Corporación, José Pablo López, de retirar a España del Festival de Eurovisión 2026, que tendrá lugar en Viena, en caso de que Israel concurra en el certamen musical. La decisión fue adoptada por mayoría absoluta, con diez votos a favor, cuatro en contra y una abstención, según ha informado la radiotelevisión pública.
Con este movimiento, España se convierte en el quinto país en anunciar que no participará en Eurovisión si Israel forma parte, tras Países Bajos, Eslovenia, Islandia e Irlanda, y en el primero del conocido como Big Five, los cinco principales contribuyentes económicos a la Unión Europea de Radiodifusión. RTVE ha precisado que esta medida no altera los planes previstos para el Benidorm Fest, que seguirá celebrándose como certamen independiente y consolidado.
La decisión se produce en medio de la creciente polémica por la ofensiva israelí en Gaza y tras la presión ejercida por partidos como Sumar y Más Madrid, así como por el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que ha reclamado la exclusión de Israel del festival. También el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido que El País hebreo no participe en competiciones internacionales mientras persista lo que ha calificado de “barbarie”.
El consejero delegado de la radiotelevisión pública israelí, Kan, Golan Yochpaz, ha rechazado que Israel abandone Eurovisión y ha defendido que el certamen “no puede volverse político”. Desde 2024, la UER ha mantenido a Israel dentro del concurso a pesar de las críticas, aunque en el pasado vetó a Rusia tras la invasión de Ucrania.
Ya en mayo, RTVE envió una carta a la UER reclamando un debate sobre la participación israelí y cuestionando la neutralidad absoluta del certamen. José Pablo López ha subrayado que la defensa de los derechos humanos no puede confundirse con la indiferencia y que Eurovisión no puede vivir de espaldas a la realidad. Antes de la final de 2025, RTVE emitió un mensaje televisivo en el que proclamaba que “frente a los derechos humanos, el silencio no es una opción”.