Aurélien Tchouaméni recuerda los silbidos en el Santiago Bernabéu como un punto de inflexión para afianzarse en el Real Madrid y crecer como futbolista.
El centrocampista del Real Madrid y de la selección francesa, Aurélien Tchouaméni, aseguró que los pitos recibidos en el Estadio Santiago Bernabéu durante el partido de octavos de final de la Copa del Rey del pasado curso fueron "un momento importante" en su carrera, pues le ayudaron "a dar un paso adelante" en su rendimiento.
En una entrevista concedida al diario L'Equipe, el internacional galo explicó que prefiere jugar como mediocentro defensivo. "Me gusta tener el juego por delante. Cuando estoy de '6', estoy en una buena posición para encontrar los pases. En un doble pivote puedes proyectarte más, pero prefiero el '6' porque dependes de ti y te colocas según los espacios", afirmó.
Tchouaméni también reveló indicaciones tácticas recibidas por parte de Carlo Ancelotti. Según explicó, el técnico italiano le recomendó actuar "dentro de la anchura definida por las dos bandas del área" y no rebasarla, salvo para compensar situaciones concretas. "El '6' debe permanecer en el centro", reiteró el jugador.
El francés subrayó la importancia de la complementariedad en el doble pivote, recordando su experiencia junto a futbolistas como Fofana, Manu Koné, Camavinga o Toni Kroos. "Según con quién juegues, puedes hacer ciertas cosas. El equilibrio del equipo es la prioridad", apuntó.
El jugador del Real Madrid explicó que también busca mejorar en el pase largo y compartió una anécdota con el 'quarterback' Dak Prescott, de los Dallas Cowboys. "Cuando un 'quarterback' hace pases largos con las manos, es un poco como cuando nosotros hacemos pases largos con los pies", comparó.
Sobre su rol en el club blanco, destacó la importancia del reconocimiento por parte del cuerpo técnico. "Si juegas, es porque rindes bien. Me ficharon para ser Tchouaméni, no un creador además de un mediocentro defensivo. Cada uno en el equipo tiene su papel y lo cumple", explicó.
Tchouaméni rememoró el episodio vivido ante el Celta de Vigo, tras la derrota en la Supercopa ante el FC Barcelona. "Arrancamos el partido, me dan el balón y ahí están los silbidos. Pensé: '¿es para mí?'. Luego pitaron a Lucas Vázquez y entendí que éramos los dos", contó.
"Me dan tres o cuatro balones y me pitan en todos. Tienes dos opciones: o te caes, o haces tu juego. Aquel día hice un gran partido y al final los silbidos desaparecieron. Fue un momento importante que me ayudó a crecer", subrayó el mediocentro.
El francés también valoró su evolución bajo la dirección de Xabi Alonso, con quien mantuvo una reunión técnica al inicio de la temporada. "He mejorado en posicionamiento, juego hacia delante y gestión de la energía. Puedes correr mucho, pero también hay que correr con eficacia", indicó.
En cuanto a su papel con la selección francesa, Tchouaméni manifestó su optimismo de cara al Mundial de 2026. "Todo el mundo dice que sobre el papel, mi selección es impresionante. Pensamos mucho en el Mundial. Confío porque tenemos lo que necesitamos", afirmó.
Finalmente, recordó que debutó con Francia a los 21 años y señaló su deseo de que el equipo nacional logre un último título con Didier Deschamps. "Cuando él se vaya, yo tendré 26. Creo que todos en el vestuario queremos hacerle ese último regalo", concluyó el centrocampista.