Un estudio reciente confirma que una "megainundación" colosal puso fin a la crisis de salinidad del Mesiniense, un período en el que el Mediterráneo se convirtió en un extenso desierto de salinas.
Esta catástrofe geológica, conocida como la megainundación del Zancleano, ocurrió hace entre 5,33 y 5,97 millones de años, marcando un momento crucial en la historia de la Tierra.
Un equipo internacional de científicos ha identificado evidencias geológicas en el sureste de Sicilia que respaldan esta teoría. Según el Dr. Aaron Micallef, investigador del Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterey y autor principal del estudio, "las tasas de descarga y velocidades de flujo de esta megainundación superaron cualquier otra registrada en la historia terrestre".
La investigación, publicada en Communications Earth & Environment, combina observaciones geológicas, datos geofísicos y simulaciones computacionales para analizar el evento. Durante la crisis del Mesiniense, el aislamiento del Mediterráneo del Atlántico produjo una intensa evaporación y la formación de grandes depósitos de sal. Sin embargo, se cree que la megainundación rellenó el Mediterráneo en tan solo entre dos y 16 años, un cambio dramático frente a teorías previas que apuntaban a un proceso gradual de miles de años.
Los investigadores analizaron más de 300 crestas submarinas en el umbral de Sicilia, una antigua barrera de tierra sumergida que separaba las cuencas mediterráneas oriental y occidental. Estas formaciones, erosionadas por un flujo de agua turbulento, revelan la magnitud del evento. Las crestas contienen una capa de escombros rocosos, depositados rápidamente durante la inundación, marcando el límite entre los períodos Mesiniense y Zancleano.
El análisis también identificó un canal submarino en forma de "W" al este del umbral de Sicilia. Este canal conectaba las crestas con el Cañón Noto, un valle submarino en el Mediterráneo oriental, actuando como un embudo para el flujo masivo de agua.
Los modelos computacionales desarrollados para simular el fenómeno indican que las aguas alcanzaron velocidades de hasta 116 kilómetros por hora, excavando canales profundos y transportando materiales a largas distancias. La descarga de agua, estimada entre 68 y 100 Sverdrups (millones de metros cúbicos por segundo), remodeló significativamente el paisaje submarino.
Según el profesor Paul Carling, coautor del estudio y profesor emérito de la Universidad de Southampton, "estas características geológicas reflejan el poder transformador de la megainundación del Zancleano".
El estudio no solo ilumina un evento crítico en la historia geológica, sino que también destaca la durabilidad de las formas del relieve a lo largo de millones de años. Los investigadores consideran que este avance abre nuevas oportunidades para explorar el impacto de la megainundación en otros márgenes del Mediterráneo y comprender mejor la interacción entre los océanos y los continentes.