Zapatero bajo sospecha

 Zapatero bajo sospecha

Se sospecha, con fundamento, de José Luis Rodríguez Zapatero, y se piensa que su cabeza depende de la denuncia que proporcione José Luis Ábalos, pero quien cantará con fluidez para salvar su propia integridad, será Pedro Saura, al que Zapatero presionó sin misericordia, cuando Saura era secretario de Estado de Transporte, para que calificara a la empresa de aviación "Plus Ultra" de "empresa estratégica", tan estratégica que sólo tenía cuatro aviones y, de los cuatro, sólo funcionaba uno.

Vamos, se hunde "Plus Ultra", sin que pudiera volar el único avión que hacía algún servicio, y se hubiera hundido España, pero allí estaba José Luis Rodríguez Zapatero para presionar al ministro del ramo, de cuya cartera era titular otro José Luis, un tal José Luis Ábalos.

El Ministerio de Transportes no era el que concedía los más de cincuenta kilos de euros, sino la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales), pero la SEPI para soltar la pastizara necesitaba que el Ministerio de Transportes declarara que la empresa, de capital venezolano, "Plus Ultra", era estratégica, y había que sacarla a flote costara lo que costara.

Eran los infelices años 20, cuando todavía, José Luis Rodríguez Zapatero, no era conocido mundialmente como el gran Relaciones Públicas de la Dictadura de Maduro, que ha obligado a huir a más de 8 millones de venezolanos, y encarcela y persigue sin piedad a cualquier adversario político.

De esa operación -que se llevó a cabo en el tiempo más rápido que cualquier otro rescate- ni José Luis Ábalos, ni su secretario de Estado, Pedro Saura, parece que se beneficiaron de nada y, de ahí, los rumores sobre la cara de tonto que se le puso a Ábalos, cuando le informaron que por ahí podría tener problemas, y no digamos lo que estará pensando Pedro Saura, barruntando que, cualquier día, puede ser imputado. Esto de que los tontos se metan en líos y vayan a la cárcel, y los listos se marchen de vacaciones, esperando que, pasado el verano, ya todo se habrá olvidado, no es de fácil digestión.

¡Ah! Y tranquilos: la amenaza de Pedro I, El Mentiroso, de que no iba a soportar ninguna corrupción a su lado, queda aplazada para después del verano. Su hermano, beneficiario de uno de esos puestos -que también se concedían a las samaritanas del amor mercantil, que contrataba Ábalos- sigue contando con el cariño y el afecto de nuestro mentiroso presidente. Ni un reniego.

Publish the Menu module to "offcanvas" position. Here you can publish other modules as well.
Learn More.