Decía Octavio Paz que para hacerse antipático bastaba con tener razón antes que los demás.
Antipáticos se revelaron a ojos del Gobierno los periodistas que señalaron como fuera de la norma la actuación de Álvaro García Ortiz Fiscal General del Estado hoy condenado por el Tribunal Supremo por revelación de secretos. Para Pedro Sánchez todo era obra de la "fachosfera" porque el fiscal era inocente.
Antipáticos se hicieron también los periodistas denostados por el Presidente del Gobierno cuando empezaron a publicar noticias sobre la vida "disfrutona" y las presuntas mordidas de dos de sus hombres de confianza: José Luis Ábalos y Santos Cerdán. Por no hablar de la famosa "catedra" de Begoña Gómez. Pedro Sánchez decía que todo eran noticias "fake", inventos de la "fachosfera" y de la extrema derecha puestos en circulación para perjudicar al Gobierno "progresista".
En la sostenida campaña de desprestigio contra los medios que iban publicando noticias que, con el paso del tiempo, se han demostrado ciertas, participaron activamente algunos ministros, y, para descrédito de la profesión, también periodistas afines al sanchismo. En algunos momentos dicha campaña llegó a rozar la histeria. Hoy, algunas de esas voces han bajado el tono y algunos de esos medios hasta hace poco renuentes a reconocer las mordidas que el informe de la UCO imputa a Santos Cerdán -ex secretario de Organización del PSOE- ya reseñan en sus portadas el dato del presunto cobro del 2% en concepto de comisiones por facilitar la adjudicación de obras públicas a la constructora Acciona.
Un día después de publicarse el informe de la UCO Santos Cerdán abandonaba la prisión con medidas cautelares. La misma UCO que rastreo durante meses las andanzas del ex Ministro de Fomento y para el que ahora la Fiscalía Anticorrupción pide 24 años de cárcel por varios delitos de corrupción. Presuntamente, claro. Ábalos y Cerdán niegan los hechos. "Se están hablando mentiras" ha dicho este último.
Quien guarda silencio sobre la petición de la Fiscalía para Ábalos y tampoco ha dicho nada sobre las presuntas mordidas de Cerdán, que algunas fuentes relacionan con la posible financiación irregular del partido, es Pedro Sánchez. Cuesta creer que no supiera nada y menos aún que no leyera los periódicos que fueron anticipando todos estos hechos. Tampoco ha dicho si pedirá perdón tras haber intentado coartar al Supremo asegurando que el fiscal general era inocente. Resulta patético que todavía siga hablando de "desinformación".
Madrid Actual no se hace cargo de las opiniones de sus colaboradores, que no tienen por qué coincidir con su línea editorial.