Xoel López: "Del lodo crecen las flores más altas”
Para el artista gallego el fin de un ciclo ha llegado para dar paso a otro que promete sorprendernos.
¿Cómo han sido estos últimos meses?
Difíciles. El confinamiento me pillo celebrando la vida y mi carrera. Estaba en momento muy feliz. Me pilló en plena celebración del disco. Teníamos un 30% grabado. Eso sí, en mayo hicimos unas pruebas de voz y notamos que existía una energía muy especial a la hora de grabar.
¿Has aprovechado para componer o anímicamente no tenías muchas ganas?
No fui especialmente creativo durante el confinamiento porque tenía el disco compuesto. Tampoco me apetecía reflejar especialmente esta época. Tenía la sensación de que tenía terminar el disco y no hacer canciones nuevas.
Alma de oro o Joana son dos adelantos de tu próximo trabajo ¿Qué nos vamos a encontrar en tu nuevo disco?
Es un trabajo más coral, trabaja más gente que nunca en el disco, casi no hay guitarras y apenas toco instrumentos. Es un disco donde participé directamente menos. En la composición incorporé a David Quinzán, para darle un nuevo toque a las canciones, el tiene un porcentaje de composición. Esto es algo que no había hecho hasta el momento.
Le cedí el protagonismo al productor, Carles Campi. Siempre fui coproductor de mis discos, pero en este caso no. El sonido es más actual, más electrónico. Se cierra la etapa anterior y comienza una nueva.
La verdad es que tengo ganas de algo nuevo. Me siento en un ciclo diferente de la vida. Hay algo en mí que es distinto y esto inevitable se refleje en mi música. Intenté dar un paso diferente. Hay dos o tres canciones que proponen algo nuevo, caminos por los que no había transitado todavía.
Reconstrucción, Deluxe. No has parado.
Tiene mucho que ver con lo que nos ocurrió durante el confinamiento: te llegan mensajes de gente que hace mucho que no ves, te pones a mirar fotos o escuchar cosas que tenías guardadas. Fue inevitable el encuentro con mis compañeros de Deluxe. Fue muy bonito. Además nos llevamos muy bien, hablamos y nos vemos a menudo, pero me gustó que nos juntásemos 12 años después.
¿Te esperabas el trato que se le está dando a la cultura?
No me sorprende. Yo nunca he dependido de ningún administración, siempre he sido independiente. Mi carrera no ha dependido de ninguna subvención de ningún gobierno. Muchas veces se le da poco valor a la cultura. Eso sí, hay que tener mucho respeto a toda la gente que paga por ella. No es más importante que la salud o una barra de pan, pero también tiene su importancia.
¿Esto va a remontar?
Yo creo que va a ser de los gremios junto a la hostelería, el turismo, de los más perjudicados. No soy nada optimista, pero tampoco pesimista: soy realista. Son sectores que van a sufrir mucho. El invierno va ser muy duro.
Por ejemplo, nuestro equipo es como una tribu, una familia. Fuimos de gira 8 personas, que no es poco: cuatro músicos y cuatro técnicos. Así mantuvimos el barco a flote. Hemos hecho un esfuerzo y hemos conseguido salvar los muebles.
¿Cómo fue tu primer concierto después del confinamiento?
El primer concierto fue muy especial. Llegué a llorar en directo. Había una comunión espectacular con la gente, existía la necesidad de emocionarse.
¿Has aprovechado el encierro para dedicar más tiempo a tus hobbies?
Joder, es verdad que no tuve ese espacio extra. No he parado y no he podido dedicar más tiempo para mí como me hubiera gustado. Eso sí, seguí investigando musicalmente.
Hay mucho talento joven
Sí. Por ejemplo, conocer a Izaro fue amor a primera vista. Me encantó. Fue fácil trabajar con ella. Con Alice Wonder y Ede, igual. Hay una remesa de artistas espectaculares y me gusta aprender de ellos.
¿Qué te parece María Arnal?
Me gusta mucho María Arnal. La vi en directo y me encantó. Ya me gustaría colaborar con ella.
Con qué frase terminarías para insuflar un poco de ánimo a la gente…
Del lodo crecen las flores más altas.
