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Todo lo que hay que saber sobre la Lotería de Navidad
Los orígenes del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad se sitúan en el celebrado el 18 de diciembre de 1812.
Aquel primer sorteo nació más por el entusiasmo popular y la cercanía de las fechas navideñas que por una denominación concreta, ya que el nombre de “Sorteo de Navidad” no apareció oficialmente hasta ochenta años después, en 1892.
El sistema tradicional de sorteo
Entre los datos más relevantes del sorteo de 2025, Loterías y Apuestas del Estado subraya que se mantiene el sistema tradicional. El sorteo se realiza con dos bombos: uno grande que contiene las 100.000 bolas con los números y otro más pequeño en el que se introducen las 1.807 bolas correspondientes a los premios.
Estructura y precio de los billetes
El sorteo que se celebrará el 22 de diciembre de 2025 consta de 198 series, cada una de ellas formada por 100.000 billetes. El precio de un número completo asciende a 39.600 euros, mientras que cada billete tiene un coste de 200 euros y se divide en décimos, cuyo precio es de 20 euros.
Emisión total y reparto de premios
La emisión total del sorteo alcanza los 3.960 millones de euros. De esa cantidad, el 70% se destina a premios, lo que supone un total de 2.772 millones de euros. Cada serie reparte 14 millones de euros en premios y, en conjunto, se distribuyen 30.301.920 premios a lo largo de un sorteo cuya duración aproximada es de cuatro horas.
Los grandes premios
El primer premio, conocido popularmente como el Gordo de Navidad, está dotado con 4 millones de euros por serie. El segundo premio alcanza 1.250.000 euros por serie y el tercero reparte 500.000 euros por serie. A estos se suman dos cuartos premios, con 200.000 euros por serie, y ocho quintos premios, dotados con 60.000 euros por serie.
Las primeras administraciones de Lotería
En el año 1817 existían en España 497 administraciones de Lotería. De ellas, 25 estaban situadas en el casco antiguo de Madrid y cinco en el casco urbano de Barcelona. Todas estaban gestionadas por hombres, con la excepción de dos administraciones, una en Barcelona y otra en Murcia, que eran regentadas por mujeres.
