La Policía Nacional ha logrado desmantelar una organización criminal especializada en el robo violento de relojes de lujo en los distritos de Salamanca, Chamberí y Centro de Madrid, según ha informado la Jefatura Superior de Policía de Madrid mediante un comunicado.
Los integrantes de la banda tenían roles bien definidos, incluyendo marcadores, autores materiales y 'mulas'. Estas últimas eran las encargadas de sacar los relojes fuera del país para su distribución internacional, obteniendo así un considerable beneficio económico.
Tras ser detenidos, los implicados fueron puestos a disposición judicial, enfrentándose a cargos por cuatro robos con violencia e intimidación, dos intentos de robo, pertenencia a grupo criminal y un delito contra la salud pública. Todos ellos han sido enviados a prisión.
La investigación comenzó el 16 de octubre, cuando se tuvo conocimiento de un intento de robo de un reloj de alta gama en una céntrica calle de Madrid.
La víctima logró escapar de los atacantes que la abordaron por la espalda al intentar entrar en su portal. Ese mismo día, los cinco detenidos lograron robar el reloj de una mujer que se encontraba sola en un aparcamiento de la capital.
Las investigaciones policiales revelaron que, solo dos días después, en el distrito de Chamberí, los mismos individuos se acercaron a un hombre con actitud amistosa. Aprovechando el ambiente relajado que habían creado, le arrancaron el reloj de la muñeca, causándole lesiones debido a la fuerza empleada.
A finales de octubre, en el Distrito de Salamanca, intentaron sustraer otro reloj, aunque no lograron su objetivo. A principios de noviembre, los detenidos perpetraron dos robos más.
En el primer incidente, se abalanzaron sobre la víctima tras salir de un restaurante. En el segundo, uno de los autores se acercó a su objetivo fingiendo pedir una dirección, le tendió la mano en señal de agradecimiento y, al ser correspondido, aprovechó para sujetarle la muñeca y hacerle zancadillas hasta apoderarse del reloj.
Los investigadores confirmaron que en todos los casos, los cinco hombres diferenciaron sus funciones. Algunos se encargaban de ejecutar el robo, acercándose e interactuando con las víctimas.
Otros, los marcadores, realizaban un estudio previo de los trayectos y domicilios de las víctimas. Finalmente, las "mulas" eran las responsables de sacar los relojes del país para su posterior venta, generando así un gran beneficio económico.
El 12 de noviembre, los agentes descubrieron que uno de los detenidos planeaba abandonar El País, lo que llevó a establecer un amplio dispositivo policial.
Durante la intervención, se arrestó a este individuo, quien portaba un reloj de alta gama, una considerable suma de dinero en efectivo y más de 1.600 pastillas de rivotril. Se realizaron tres registros domiciliarios, donde se encontraron varios relojes de lujo, dinero, tarjetas de crédito, teléfonos móviles y prendas de vestir utilizadas en los delitos.
En uno de los registros, un detenido intentó deshacerse de un reloj arrojándolo a un patio interior, pero los agentes lograron recuperarlo de inmediato.
Por estos hechos, se procedió a la detención de los cinco hombres, acusados de cuatro robos con violencia e intimidación, dos intentos de robo, pertenencia a grupo criminal y un delito contra la salud pública, decretándose su ingreso en prisión.