Cáritas Diocesana de Madrid prestó ayuda a 106.382 personas durante el año 2024, de las cuales un 30% eran menores de edad. Así lo ha dado a conocer su directora adjunta, Carmen Polo, durante la presentación de la memoria anual de la entidad celebrada este miércoles. Un dato que, en palabras de Polo, refleja que "hay una gran cantidad de niñas y niños creciendo en contextos de pobreza, lo que afecta gravemente a su desarrollo y a su futuro".
Otro dato revelador es que el 44% de las personas atendidas acudían por primera vez, muchas de ellas en situaciones extremas. Desde la organización alertan de que los beneficios de la recuperación económica no están alcanzando a quienes más lo necesitan. “La brecha social es cada vez más intensa, con gente más rica y gente más pobre, y no podemos dejar a nadie atrás”, ha subrayado Polo.
Cáritas ha apuntado dos indicadores clave para entender esta situación. La tasa AROPE, que mide el riesgo de pobreza o exclusión, alcanzó el 21,2% en la región. Por su parte, el índice Gini, que refleja la desigualdad en la distribución de los ingresos, se situó en el 31,8%, el más alto del país.
Los principales factores detrás de esta situación, según Cáritas, son el elevado precio de la vivienda y la precariedad laboral. “El precio de la vivienda se ha duplicado en los últimos diez años, dificultando el acceso y la permanencia para las familias con menos recursos”, ha explicado Polo. Respecto al empleo, ha insistido en que tener trabajo ya no garantiza salir de la pobreza, debido a las condiciones cada vez más precarias.
Durante 2024, la entidad entregó 25.796 ayudas por un valor total de 7.433.721 euros. La mayor parte, el 58%, se destinó a alojamientos temporales o vivienda; el 32% a cubrir necesidades básicas, y el 10% restante a otros tipos de ayuda.
En cuanto al perfil de las personas acompañadas, destacan las familias monoparentales, numerosas y migrantes, con tasas de pobreza superiores a la media. Además, el número de menores atendidos, que alcanza un 30%, refuerza la alarma sobre la pobreza infantil en la región.
A lo largo del año, Cáritas Madrid ha puesto en marcha varios proyectos para dar respuesta a las nuevas formas de pobreza. Entre ellos, destaca la atención a mayores en situación de soledad no deseada, un programa que ha acompañado a más de 1.000 personas. También se ha desarrollado el proyecto San Felipe Neri, dirigido a personas sin hogar con problemas de salud mental, en coordinación con las Cáritas parroquiales.
Otro eje fundamental ha sido la respuesta a la emergencia habitacional, con una red de alojamientos temporales, pisos de acogida y ayudas económicas. Estas iniciativas han sido posibles gracias a la implicación de 9.323 personas voluntarias y 24.268 donantes. El 85% del presupuesto empleado por Cáritas Madrid en 2024 procedió de aportaciones particulares, y el 15% restante de subvenciones públicas y del IRPF.