Madrid concluye el control de la oruga procesionaria tras retirar 65.000 nidos
El Ayuntamiento de Madrid ha anunciado este lunes el fin de las labores de control y reducción de la presencia de la oruga procesionaria en las zonas verdes de la ciudad, durante las cuales han sido retirados 65.000 nidos de este insecto.
Estas labores, explica el Ayuntamiento en una nota de prensa, han sido llevadas a cabo por el área de Medioambiente y Movilidad desde el verano pasado hasta ahora en zonas verdes y parques de la ciudad, con cuatro tipos de actuaciones: trampas de feromonas, aplicación de productos fitosanitarios autorizados mediante endoterapia, retirada de los nidos y colocación de anillos perimetrales en los árboles, para impedir su descenso.
En la presente campaña se han colocado 1.874 anillos de estas características.
Para comprobar cómo finalizan estos trabajos, el delegado de Medioambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha visitado esta mañana el parque de El Paraíso, en el distrito de San Blas-Canillejas.
Dichos trabajos se prolongan hasta finales de febrero porque es el momento en el que concluye la fase de metamorfosis del insecto y las orugas comienzan su descenso de los árboles, donde se encontraban sus nidos, para enterrarse en el suelo y depositar sus larvas.
Durante enero y febrero los servicios municipales han retirado 65.000 nidos, también llamados ‘bolsones’, en espacios verdes y parques de titularidad municipal, específicamente en lugares donde proliferan los pinos y los cedros, con especial incidencia en zonas infantiles y estanciales y en entornos de centros escolares.
En febrero, y como fase final del tratamiento, se procede a la colocación de anillos perimetrales alrededor de los troncos de los árboles para impedir el descenso de las orugas al suelo e imposibilitar la formación de las procesiones de orugas por el suelo, con el inherente riesgo que entrañan para niños y animales.
En su nota, el Ayuntamiento recuerda que hay que evitar la manipulación de las orugas e, incluso, especialmente, que niños y mascotas se acerquen a ellas, porque tocarlas puede producir lesiones en ojos, piel y mucosas debido al carácter urticante de las orugas.
En el caso de menores, es importante que los niños conozcan su apariencia. Una manera de hacerlo es mostrándoles imágenes o fotografías de estos insectos y explicarles los riesgos que conlleva acercarse tanto a los bolsones como a los insectos una vez que se encuentran en el suelo.
También advierte el Consistorio que, si un ciudadano ve orugas procesionarias, debe dirigirse a los servicios municipales a través del teléfono gratuito 010 para que se actúe en la zona afectada, en caso de que sea de titularidad municipal, y que si el parque es privado se deberá contactar con sus responsables.
