Tetuán homenajea a Eduardo Úrculo
Diez años después de su fallecimiento, la sombra de Eduardo Úrculo sigue siendo alargada y el eco de su obra perdura fresco y vigente allá donde cuelga uno de sus cuadros, se erige una escultura modelada por él o, también, donde da nombre a un foro público de arte y cultura. Es el caso del Centro Cultural Eduardo Úrculo de Tetuán, dedicado a su memoria y que este martes acoge una mesa redonda para hablar de su legado.
Bajo el título 'Diez años sin Úrculo' convoca a nombres de primera línea, muy próximos a quien fuera el mejor exponente del pop art nacional. Sentados junto a Victoria Hidalgo, viuda del artista, estarán Rafael Canogar, uno de los grandes de la abstracción pictórica española, premio nacional de Artes Plásticas, de Arte Gráfico, y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando; José Luís García, director de cine, guionista, crítico, académico, escritor; Eugenia Niño, galerista y alma mater de la galería Sen; y, como moderador, Juan Cruz, periodista, crítico, escritor, memorialista... "Y todos, además de grandes nombres del mundo de la cultura y las artes, grandes amigos de Eduardo", señala su viuda.
Aunque Úrculo no llegó a conocer el centro cultural homónimo –inaugurado en 2009 por la hoy alcaldesa Ana Botella–, su actividad incesante de servicio público como auditorio musical, escenario teatral, sala de exposiciones y congresos, sede de cuatro compañías artísticas residentes, biblioteca y aula para cursos y talleres, "le haría sentir muy orgulloso de que lleve su nombre", asegura Victoria Hidalgo.
A juicio de la concejal de Tetuán, Paloma García Romero, el Centro Cultural Eduardo Úrculo se ha convertido en uno de los mejores de Madrid y constituye, además, "un recordatorio permanente de la vida y la obra del artista, un hito más de los muchos que le unieron en vida a esta ciudad". La escultura 'El viajero' de la estación de Atocha, las obras expuestas en el Museo Municipal y en el Reina Sofía, o los carteles que hizo para la Plaza de Toros de Las Ventas, "forman parte de su legado". "Eduardo Úrculo quiso a esta ciudad, y Madrid y Tetuán le han correspondido adoptándolo como uno de los suyos", concluye.