Almeida defiende a su equipo y acusa a Maroto de incoherencia y oportunismo político

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha descartado tajantemente cualquier cambio en su equipo de gobierno, pese a la petición de la portavoz socialista Reyes Maroto de cesar a los concejales Borja Fanjul y Andrea Levy. En el Pleno del Ayuntamiento, Almeida ha defendido que ni Fanjul ni Levy “son corruptos ni ineficaces” y ha ironizado sobre la situación política del PSOE municipal: “Aguante, resista, no se vaya”, ha dicho a Maroto, sugiriendo que debería mantenerse como candidata socialista en la capital.
El alcalde ha aprovechado su intervención para reprochar a Maroto sus formas en anteriores sesiones plenarias, recordando que le llamó "cara de payaso" a micrófono cerrado, y cuestionando si considera más ofensivo ese término que la expresión "tono de monja ursulina", por la que la edil socialista se mostró previamente molesta. “¿Me va a pedir disculpas por llamarme terrorista ambiental?”, ha añadido, acusando a Maroto de doble vara de medir en sus críticas.
Almeida ha replicado a la portavoz socialista que resulta “desconcertante” su relato de “múltiples crisis” en el Ayuntamiento, especialmente cuando se han resuelto conflictos como la huelga de basuras en una semana o se ha alcanzado un acuerdo relevante con Aena. Frente a estas realidades, ha lamentado el silencio del PSOE sobre otros asuntos de calado nacional, como los apagones eléctricos o el colapso del servicio de AVE.
El alcalde también ha censurado que Maroto exija comisiones de investigación por determinados incidentes, como el atropello de una menor, mientras ella misma se niega a declarar en otras comisiones cuando es llamada. En un tono marcadamente crítico, ha apuntado que “su desesperación es comprensible”, y ha lanzado un dardo directo: “Tiene más whatsapps de Aldama que de Sánchez”, en alusión al empresario implicado en tramas que afectan al entorno socialista.
En el tramo final de su intervención, Almeida ha elevado el tono al acusar al Partido Socialista de haber contactado con un delincuente con el objetivo de manipular a la Fiscalía y “machacar la reputación de un guardia civil”. Ha rechazado así las insinuaciones del PSOE sobre una supuesta “máquina del fango” promovida desde el Ayuntamiento y ha devuelto la acusación apuntando al propio Gobierno central.