El 43% de los sitios naturales del Patrimonio Mundial —117 de un total de 271— se encuentran hoy amenazados por el cambio climático, según la cuarta edición de la ‘Perspectiva del Patrimonio Mundial’ que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) publica este martes.
El porcentaje ha aumentado diez puntos desde 2020, cuando era del 33%. La investigación, la más completa realizada hasta la fecha, se apoya en cuatro ciclos de evaluación desde 2014 y, por primera vez, traza tendencias sobre las perspectivas de conservación en un periodo de diez años. La UICN urge a gobiernos, donantes y socios a redoblar la colaboración y la financiación para reforzar la protección frente a las amenazas actuales.
Tras el clima, las especies exóticas invasoras son la segunda amenaza más extendida y afectan al 30% de los sitios. El informe advierte además del incremento de enfermedades de fauna y flora: impactan ya en el 9% de los lugares, frente al 2% registrado en 2020. La UICN subraya que invasoras y patologías suelen estar “interconectadas” y se agravan con el cambio climático. A ello se suma el turismo “insostenible”, identificado como la tercera amenaza más difundida. “Predecir y prevenir estos impactos en cascada es crucial, no solo para los ecosistemas, sino también para la salud humana”, sostiene la organización.
La proporción de sitios con una perspectiva de conservación positiva ha caído cinco puntos en cinco años: del 62% en 2020 al 57% en 2025. El deterioro golpea especialmente a los lugares reconocidos por su alto valor para la biodiversidad, que se ven afectados de forma desproporcionada.
Pese al empeoramiento general, trece sitios mejoraron su perspectiva entre 2020 y 2025, lo que demuestra —según la UICN— que la inversión focalizada y la participación local funcionan. En África Occidental y Central, la Reserva de Fauna de Dja (Camerún), los Parques Nacionales de Salonga y Garamba (RDC) y el Parque Nacional de Niokolo-Koba (Senegal) pasaron de un estado crítico a una “preocupación significativa” gracias al refuerzo de las acciones contra la caza furtiva, las alianzas con comunidades y la estabilización de poblaciones animales clave.
Una gestión eficaz es “esencial” para enfrentar las amenazas crecientes, pero solo la mitad de los sitios evaluados cuenta con protección y manejo efectivos. Además, uno de cada siete (15%) está en alto riesgo por falta de financiación sostenible, lo que merma su resiliencia y empeora su horizonte de conservación. El informe insiste en la necesidad de incrementar los recursos y la cooperación internacional para salvaguardar el patrimonio natural más emblemático del planeta.