El final, digno, de la Legislatura

Miente Sánchez sobre sus conversaciones con la OTAN -y sobre todo lo que sea necesario-, miente Bolaños al juez y alardea de ello, miente Ábalos sobre lo que le han grabado y hasta dice que no reconoce su voz, miente Cerdán sobre la compra de la empresa-trampa para sus mordidas a pesar de su firma estampada cuatro veces en el acuerdo, miente Leire Díez, periodista sin periódico y especialista en limpiezas sucias.
Miente Yolanda Díaz sobre el éxito de sus reformas laborales, cada vez más depreciadas, y sobre el empleo real. Miente Óscar Puente que insulta cada vez que habla. Miente todo el mundo sin pudor. Y esas mentiras esconden, seguramente una más grande: no se quieren marchar, no quieren convocar elecciones no solo porque "viene la derecha y la ultraderecha", no sólo porque muchos de ellos se van a ir al paro directamente sino porque cuando se levanten las alfombras se van a descubrir otras mentiras más gordas. Ni la OTAN ni Europa ni el FMI ni Trump se tragan las mentiras y el crédito internacional de España está bajo mínimos por el postureo de un Gobierno sin norte que miente y que boicotea la OPA de una empresa privada contra lo que regula Europa. Lo que haga falta para salvar el apoyo de sus socios y seguir en el poder. Que el Consejo de Europa diga que la corrupción en España es una amenaza grave y que la imagen exterior española esté arrasada lleva implícito que los inversores extranjeros y también grandes empresas españolas paralicen sus inversiones en España.
Los que no mienten son los datos. Este Gobierno alardea de la magnífica situación económica de España, los grandes datos macroeconómicos, aunque los indicadores empiezan a mostrar una caída seria, pero es incapaz de financiar leyes que aprueba y, sobre todo, de sacar adelante unos Presupuestos. Se defiende manejando los prorrogados y por el aumento de los ingresos fiscales: solo hasta abril ha recaudado 10.000 millones más, la mitad por el IRPF, lo que viene a significar entre 30.000 y 40.000 millones más al año. Nos fríen a impuestos y así tapan la vergüenza y la incapacidad de aprobar un Presupuesto, lo que no solo es anticonstitucional sino un lastre económico muy serio. Hay datos sobre los que el Gobierno no habla: somos el peor país de los 27 en la recepción y ejecución de los fondos europeos. El Gobierno lleva un año sin recibir nuevos desembolsos por el incumplimiento de reformas e inversiones comprometidas. Y el próximo año se acaba el plazo para pedirlos y ejecutarlos. 48.283 millones de euros es lo que ha recibido España hasta ahora de los 163.000 millones prometidos y comprometidos y sólo se ha abonado a los beneficiarios -la mayor parte empresas públicas- el 25 por ciento de los de la Next Generation que corresponden a España. Todas las reformas que se iban a hacer gracias a esos Fondos se han perdido por la incompetencia de quien nos gobierna. De eso no hablan.
Pero lo más divertido es lo que algunos proponen para salvar al demacrado soldado Sánchez. Piden a la izquierda -y entiendo que meten en el paquete al PNV y a Junts, derecha y derecha extrema, porque sin ellos tampoco hay salida- que para "aprovechar el tiempo que quede", no se atreven a decir cuánto, "corran para aprobar los Presupuestos para 2026" al precio que sea -tragándose unos la corrupción, la parálisis legislativa y la ineficacia y los otros dando lo que les pidan- para poder "financiar los objetivos y proyectos progresistas" y dar así un final "lógico, digno y constitucional" a esta legislatura". El único final digno, lógico y constitucional a esta legislatura es que se acabe cuando antes y termine la farsa de un Gobierno mentiroso y sin proyecto, manchado por la corrupción, igual que el PSOE, y sustentado por quienes quieren llevarse todo lo que puedan antes de irse de España. Con la bendición del Tribunal Constitucional si se precisa.