Mónica Rodríguez (escritora): “Con la pandemia muchos han (re)descubierto las inmensas potencialidades de la lectura, como ventana y también como refugio”
Licenciada en Ciencias Físicas, especializada en Energía Nuclear, y desde 1994 al 2009 trabajando en el Centro de Investigaciones Ciemat del Ministerio de Ciencia e Innovación… pero lo dejó todo por su verdadero sueño: escribir. Charlamos con una de las escritoras infantiles y juveniles más importantes del momento.
Lo primero de todo es preguntarte, después de los casi dos años que hemos vivido, ¿cómo se presenta este 2022?
El 2022 ha comenzado de manera increíble con el premio Edebé por mi obra Rey y el premio Fundación Cuatrogatos por la novela Cueto Negro. Además, tengo previsto publicar varios libros: Rey en Edebé, El hilo de Clara en la editorial Edelvives, que ficciona la infancia de Clara Campoamor, Jeans en Oxford editorial, sobre la industria textil, Harmonía en la editorial SM, libro finalista del premio Barco de Vapor 2021, Joan y los pájaros en Nandibú editorial y al mismo tiempo en catalán en Pàges editorial, sobre la infancia de Joan Miró, y probablemente mi primer poemario infantil en la editorial mexicana El Naranjo, Todos los árboles, algunos árboles, que me hace especial ilusión.
La pandemia ha hecho daño a la cultura en general, ¿también a la literatura en particular?
Creo que la pandemia ha puesto en valor la literatura; muchos han (re)descubierto las inmensas potencialidades de la lectura, como ventana y también como refugio. La literatura nos ofrece caminos hacia fuera y hacia dentro, distrae, consuela, muestra, acompaña, nos da de pensar y de todo esto estábamos muy necesitados en el confinamiento y seguimos estando para poder afrontar esta realidad tan compleja. Pero también ha impedido que se dieran esos encuentros entre escritores y lectores tan emocionantes e instructivos (para escritores y lectores).
¿La Física era un plan B y lo que querías realmente era ser escritora?
Yo no me había planteado ser escritora, a pesar de ser una apasionada lectora y una incipiente (y clandestina) escritora. La física era el único plan. Pero la vida es impredecible y sorprende a veces con estos giros. Tuve suerte de conocer a Gonzalo Moure, que creyó en mí y me enseñó que para escribir había que hacerlo con respecto, emoción y honestidad. La escritura empezó a ser algo demasiado importante en mi vida y entonces vendimos la casa familiar… Aposté por tomar este nuevo camino y siento que es una de las mejores decisiones de mi vida.
Premio Edebé de literatura infantil 2022 por "Rey”, Premio Fundación Cuatrogatos 2022 por "Cueto Negro" o Premio Cervantes Chico en 2018… ¿Le das mucha importancia a los galardones?
Los premios me han permitido mantenerme como escritora. Ese es uno de los motivos por los que me presento tanto (he ganado algunos, pero he perdido muchísimos más). No solo es un orgullo saber que un jurado decide confiar en un texto tuyo y que el premio va a ser un foco sobre el libro, sino que es un regalo de tiempo para poder seguir dedicándome a lo que más me gusta. Sin esos premios, yo llevaría años trabajando de nuevo en el Ciemat.
Por cierto, Pozuelo fue de los primeros municipios que te entregó un premio con el Premio de Novela Juvenil Villa de Pozuelo de Alarcón 2007 por "Los caminos de Piedelagua". (Nuestro periódico está en Pozuelo, de ahí la pregunta
Sí, fue mi primer gran premio. Yo aún estaba en el Ciemat y recuerdo la noche en que me lo comunicaron. Me pareció que estaba sucediendo algo imposible, un sueño. Es uno de mis premios más queridos.
¿Para escribir un libro para niños tienes que pensar cómo ellos? Tu imaginación tiene que rendir a un nivel superior para poder entrar en su mundo y cautivarlos de esa manera
La labor del escritor es cambiar su mirada a la del protagonista. Si el protagonista es un niño, una niña o un adolescente debes acertar con esa mirada. Puede que los protagonistas nos sean niños y por tanto no vean el mundo como ellos (o sí), pero si quieres que el público infantil se interese por tu novela, entonces ciertamente debes conectar con ellos, conocer sus claves, sus referencias y después hacer lo que te venga en gana o lo que puedas. Y ya se verá. Precisamente ese ejercicio de mirar de nuevo el mundo con los ojos de un niño es uno de los aspectos que más me fascina a la hora de escribir, y con lo que más aprendo.
Recomiéndame un libro para un niño que no termina por engancharse a la lectura
Es complicado porque dependerá de cómo sea el niño, sus gustos, su estado de ánimo, su madurez como lector y como persona… pero apostaría a que cualquier libro de Pedro Mañas o Begoña Oro (por decir solo dos de los muchos buenos escritores que tenemos en España) les engancharía.
Entrevista publicada en el Periódico de Montegancedo Pozuelo.
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